Dorotea García y su hija Alondra Díaz se encontrarán este martes en un juzgado del poblado Los Reyes, Michoacán, después de ocho años sin verse, el tiempo justo en que la menor pasó de la niñez a la adolescencia sin saber nada de su madre porque el papá se la llevó a México sin dejar rastro.
“Dorotea no quería venir a México por temor a represalias del pueblo donde es originario su ex pareja, pero la Policía Federal, inscrita a la Interpol, le garantizó su seguridad”, dijo en entrevista con este diario Manuel Estrada, presidente de la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos (FIND), pieza clave en la búsqueda.
“Una vez que terminen los análisis y las pruebas de ADN se la llevará a vivir a Texas”, agregó.
El caso de Alondra estuvo salpicado de un escándalo mediático cuando la titular del juzgado de Los Reyes –donde la cancillería trasladó el caso por sospechas del paradero- ordenó restituir por la fuerza a otra muchacha que no era en realidad la que buscaba la madre desde Texas.
Agentes de la Policía Federal – en coordinación con la interpol- fueron grabados en un video que dio la vuelta al mundo cuando la Alondra equivocada se resistía entre gritos a ser trasladada a Estados Unidos, donde finalmente dio negativo en las prueba de ADN y evidenció las fallas más comunes del sistema judicial mexicano.
La Alondra real apareció días después en un Buena Vista, un pequeño poblado de Jalisco donde su padre la llevó a vivir porque ahí encontró trabajo con un pariente como repartidor de paletas en motocicleta.
“Era un buen padre, se hizo cargo, pero ella (Alondra) sabía que algo le hacía falta a pesar de que era feliz con su padre”, datalló Estrada. “Cuando pude hablar con ella me llegó a comentar que algo le faltaba y ese algo era su madre”.
Ahora Reynaldo Díaz, enfrenta el delito de interferencia de la custodia de la menor en Houston, pero la madre acordó con él retirar los cargos a cambio de la entrega de la niña, tal como ocurrió la mañana de este lunes a manos de la abuela y una tía paternas.
Por tratarse de un proceso judicial, el protocolo de recuperación de custodia debe pasar por una autoridad y, por tales razones, Alondra volvió al juzgado.
En entrevista telefónica con este diario, Gloria Ortíz, tía política de Alondra, dijo que Reynaldo decidió a última hora no acudir a la entrega de la menor debido a que “tuvo miedo” a las posibles repercusiones de sus acciones.
La sustracción de menores, un delito penado con cárcel, es muy común entre padres migrantes que van y vienen en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. De acuerdo con el Departamento de Estado, en 2013 hubo 484 casos; 326 hacia México y el resto del otro lado.