Brad Pitt se sometió a pruebas voluntarias de drogas y alcohol para la investigación sobre el incidente en el avión, donde lucía tomado y le gritó a su hijo Maddox.
No fue algo que las autoridades lo hayan obligado a hacer, pero el actor prefirió hacerlo por voluntad propia para evitar especulaciones.
El actor dio muestras de orina en un intento de mostrar que no tenía nada que ocultar, y para aclarar cualquier «exageración».
Los resultados de las pruebas aún no han sido revelados.