Alejandro Fernández aseguró que no tiene problemas con la bebida.
Esto a raíz de lo sucedió durante un concierto que ofreció el fin de semana en Puebla, en el que se le vio supuestamente pasado de copas y vomitó al ingerir una bebida alcohólica, lo que lo obligó a abandonar temporalmente el escenario.
“‘Nombre’ (no tengo problemas) y me vale 17 toneladas de pepino lo que se diga. En este caso era la tercera canción, yo estaba perfectamente. Sobra gente que te quiera molestar y hacer daño”.
“Como estaba tomando coñac, sacaron otro trago de color rosa y me lo tomé pensando que era algo dulce. Se me revolvieron hasta las ideas porque la verdad fue muy grande el trago que le di. No lo soporté porque no esperaba que fuera tequila”, explicó al diario Reforma.
Este hecho provocó que la marca de tequila (Pasión) extendiera un comunicado cuestionando las acciones del cantante.
“No lo hice con la intención de molestar al dueño del tequila”, manifestó el hijo de Chente.