SANTO DOMINGO. En el último semestre, las autoridades han ejecutado al menos 24 medidas que procuran mejorar la circulación vehicular en el Gran Santo Domingo, que incluyen despejar corredores, instalar muros bajos, conos y barandas, y recuperar espacios públicos.
Muchas de estas medidas tomaron desprevenidos a los conductores que se enteraron de su aplicación el mismo día que iniciaron. A otros les satisfacen. La idea es aplicar más, pues, según el portavoz de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), Diego Pesqueira, han permitido “ahorrar tiempo para cruzar desde el Distrito Nacional a Santo Domingo Este y viceversa”.
La siguiente imágen muestra las medidas, divididas en cinco renglones:
Las 24 medidas para mejorar el tránsito que satisfacen a unos e irritan a otrosLas 24 medidas para mejorar el tránsito que satisfacen a unos e irritan a otrosLas 24 medidas para mejorar el tránsito que satisfacen a unos e irritan a otrosLas 24 medidas para mejorar el tránsito que satisfacen a unos e irritan a otrosLas 24 medidas para mejorar el tránsito que satisfacen a unos e irritan a otros
Ángel Segura, director de Tránsito y Movilidad Urbana del Ayuntamiento del Distrito Nacional, informa que las mediciones hechas tras la instalación de muros bajos en la avenida Lope de Vega arrojan que “mejoró considerablemente la circulación”.
“En algunos puntos que finalizaban calles en la vía principal, muchos conductores corrían el riesgo de tratar de tomar el elevado; lo hacían en una condición riesgosa, entonces se pusieron muros para tratar de evitar los cruces peligrosos”, indica.
El Informe sobre Volúmenes de Tráfico Vehicular y de Personas en puentes del Distrito Nacional, realizado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional en 2014, concluyó en ese entonces en que desde los municipios Santo Domingo Este y Norte entraban a la ciudad capital aproximadamente 208,590 vehículos diarios.
Este flujo aporta una carga vehicular a la demarcación de poco más de 90 kilómetros cuadrados, por los que se estima transitan cerca de un millón de vehículos al día.
Diario Libre hizo una encuesta en su cuenta de Twitter el pasado 9 de febrero que fue respondida por 535 personas. De ese total, el 66 % respondió que está de acuerdo con el cierre de distintos accesos viales dispuesto por las autoridades para mejorar el tránsito. El resto está en desacuerdo.
En noviembre del año pasado, la entidad SoluvialRD calculó que quienes transitan diariamente por los corredores de las avenidas 27 de Febrero y John F. Kennedy-Duarte podrían gastar hasta RD$6,000 adicionales en combustible por los tapones de las horas de mayor tráfico.
Se indicó también que el recorrido entre el kilómetro 9 de la autopista Duarte y la avenida Leopoldo Navarro debería completarse en unos seis minutos, pero en las horas de más tránsito se toma hasta 40 minutos.
Desde el pasado 4 de febrero, las autoridades canalizan el movimiento vehicular en el tramo comprendido entre la Leopoldo Navarro y la avenida Máximo Gómez.
La medida consiste en cerrar durante las primeras horas de la mañana el acceso al túnel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, permitiendo que solo los vehículos que provengan del elevado puedan penetrar al paso a desnivel. En horas de la tarde el acceso se cierra para entrar al elevado, en dirección oeste-este.
Esta disposición era desconocida por miles de choferes y pasajeros antes de su ejecución. “Eso es un abuso y no le avisan al ciudadano nada”, se quejó el usuario en Twitter Alexander Cruz en respuesta a un mensaje publicado en esa misma red social por el portavoz de la AMET, el primer día de la medida.
Diario Libre consultó a varios choferes de la ruta de transporte público de la avenida 27 de Febrero sobre esta reciente medida. Sus respuestas están en el siguiente vídeo.
Las medidas de la AMET afectan a algunos usuarios, a otros los beneficia. Al consultar al respecto a José Urtecho, coordinador general de SoluvialRD, quien tiene más de una década analizando el tránsito de la ciudad con reportes aéreos, respondió las siguientes preguntas.
Entrevista a José Urtecho
Según su observación, ¿las medidas han venido a ayudar o a trastornar más el tránsito?
Diría que están ayudando a transformar los malos hábitos que marcan la tendencia del tránsito de la República Dominicana. Cada día se observa una gran cantidad de conductores cometiendo todo tipo de infracciones de tránsito en nuestras vías. A falta de sanciones constantes y severas, los conductores violan la ley de tránsito por lo que el Ministerio de Obras Públicas y la Autoridad Metropolitana de Transporte se han visto en la necesidad de colocar muros bajos en gran parte de las avenidas y calles de la ciudad de Santo Domingo.
¿Y qué le parece la reciente medida aplicada entre la Leopoldo Navarro y la Máximo Gómez?
Esta medida es muy reciente para hacer una evaluación efectiva, pero se deben hacer algunas adecuaciones, ya que solo permite la salida desde los carriles expreso, enviando todos estos vehículos a las intersecciones. Cuando estas se saturan, la AMET viabiliza en sentido este-oeste y oeste-este, sacrificando las vías sur-norte y norte-sur, logrando congestionamientos de consideración que se han medido en hasta 40 minutos en apenas metros de recorridos en el sector de Gascue.
Nuestra propuesta de SoluVialRD va orientada a permitir la entrada y salida de los carriles expresos a través de un tercer carril de intercambio.
Hay medidas que cierran el acceso a plazas, calles, viviendas…
El patrón de flujo vehicular presenta un cambio en las horas “pico”, por lo que entiendo que es válido hacer algunas adecuaciones temporales para que el tránsito fluya de manera ágil. Lo importante de estas medidas provisionales es que sean anunciadas de manera que los conductores estén informados de las diferentes modificaciones en su momento oportuno.
De no usarse pilotillos, conos o muros, ¿cuáles otras opciones viables sugiere?
Entiendo que si se crea un sistema de consecuencias, acompañado de una constante educación vial, el problema del tránsito mejoraría significativamente. La Autoridad Metropolitana de Transporte debe hacer cumplir de una forma continua y no de operativos las disposiciones de tránsito.