SANTO DOMINGO. El director de Patrimonio Monumental (DNPM), Manuel E. Del Monte Urraca, envió a Diario Libre una aclaración sobre las restauraciones de que ha sido objeto el Hotel Francés, en respuesta a un espacio pagado publicado en este medio de la Comisión de Estructural.
Dice que lo que se hizo durante la segunda de tres restauraciones de la edificación “no fue más que descubrir el material (mampostería) de que estaba hecho el muro colapsado, limpiarlo, y completarlo, cuando se requería”.
Agrega que también “fue desmontado el balcón corrido y su techumbre, lo que en algo debió haber aligerado el muro, además de eliminar un adefesio agregado en épocas oscurantistas del país, que distorsionaba la imagen original del monumento, construido en los albores del Siglo XVI”.
En ese sentido, sostuvo “que no es necesario buscarle más patas al gato” y que en el colapso a la estructura “el incompetente que ejecutó el trabajo, que resultara culpable del desplome. Y que, como es costumbre, han querido aplicar el axioma que reza: Pagan justos por pecadores”.
En los párrafos siguientes la aclaración textual enviada por el director de Patrimonio Monumental.
“Señor
Adriano M. Tejada
Director
Diario Libre
Estimado Señor Director;
En el Diario Libre de hoy salió publicado en Espacio Pagado un aviso en el que se plantea la Posición de la Comisión Estructural para la Rehabilitación del Hotel Francés, que habíamos estado esperando.
En el acápite A., correspondiente a los Antecedentes, expresa, entre otros argumentos lo siguiente: – Remoción de cubrimiento exterior del muro norte originalmente de tapia, hoy colapsado, mediante reducción de su peralte a ambos lados y posterior colocación de piedra de revestimiento.
A este respecto, actuando como Director de la DNPM, y en mi condición de asesor del Arq. Luis Lajara, contratista de dichos trabajos, debo aclarar, que el muro colapsado no era de tapia (Pared construida de una sola vez con tierra amasada), sino de mampostería (Aparejo de un muro realizado con piedras de distintos tamaños sin labrar o poco labradas, colocadas sin orden establecido y unidas con argamasa, mortero, yeso, cal o cemento). Que fue el procedimiento usado por los españoles durante el período de la colonización de Santo Domingo, en casi todas las edificaciones importantes.
En lo que respecta a la reducción de su peralte (arq. Parte que en la altura de un arco, bóveda o armadura excede de lo que constituye el semicírculo), no entiendo cómo esto se puede aplicar al muro en cuestión.
Resumiendo lo que me interesa aclarar, debo añadir, que lo que se hizo durante la segunda restauración de la edificación que ocupaba el Hotel Francés, no fue más que descubrir el material (mampostería) de que estaba hecho el muro colapsado, limpiarlo, y completarlo, cuando se requería.
En cuanto a los demás puntos aclaratorios, estoy de acuerdo, y me permito agregar, que fue desmontado el balcón corrido y su techumbre. Lo que en algo debió haber aligerado el muro, además de eliminar un adefesio agregado en épocas oscurantistas de nuestro país, que distorsionaba la imagen original del monumento, construido en los albores del Siglo XVI.
Pienso, como lo pensé desde el primer momento en que me enteré del lamentable suceso, que no es necesario buscarle más patas al gato, en este caso el incompetente que ejecutó el trabajo, que resultara culpable del desplome. Y que, como es costumbre, han querido aplicar el axioma que reza: Pagan justos por pecadores.
A la espera de su acostumbrada atención, queda de usted, con la esperanza de ver publicada esta aclaración,
Muy atentamente,
Manuel E. Del Monte Urraca”