NUEVA YORK. Beatriz Polanco, una devota católica dominicana de 60 años de edad, que salió hacia su iglesia, San carlos Borromeo en la calle Dexter de Cranston en Rhode Island, fue encontrada muerta por congelación, debido a las gélidas temperaturas que azotaron recientemente el Noreste de Estados Unidos.
Su madre, Juana de la Cruz, de 83 años, le dijo a la hija por teléfono que no fuera a la iglesia ni saliera a la calle, debido al intenso frío.
Polanco acostumbraba a llevar a su madre a la misa en español de las 8:00 de la mañana que se celebra los domingos, según cuenta Thelma Surrette de 52 años, una hermana de la difunta.
El cadáver congelado de Polanco fue hallado por dos mujeres que se dirigían a tomar un autobús. Una de ellas notó “una figura extraña tirada en la acera” frente a su casa, dijo la policía.
Estaba boca abajo, vistiendo un camisón. Ambas mujeres cubrieron las piernas desnudas de la persona en la acera con un suéter y llamaron al 911, además de hacer señas a un patrullero de la policía que pasaba por el área.
La policía detectó gemido respiratorio leve y encontraron sangre congelada en la cara de Polanco. Una ambulancia la llevó al hospital de Rhode Island.
A las 9 de la mañana, la policía fue llamada a una casa del proyecto de viviendas Briggs Manor.
Familiares de la difunta permitieron a los agentes hacer una búsqueda en el apartamento.
El médico y una enfermera dijeron a los hijos de Polanco que su madre había muerto a causa del frío.
La temperatura fue de menos 5 grados Celsius esa noche.
