La mañana de este sábado comenzaba con un sinfín de gritos y acusaciones virtuales por parte de Donald Trump a Barack Obama. Según el actual presidente, su predecesor se encargó de pinchar sus teléfonos en la Torre Trump durante la campaña electoral poco antes de salir elegido.
“¡Terrible! Acabo de averiguar que Obama cableó mis teléfonos en la Torre Tump justo antes de mi victoria”, arrancaba un primer tweet en el que comparaba este gesto con el escándalo Watergate por el que Richard Nixon tuvo que dimitir en 1974 acusado de abuso de poder.
Ahí no quedaba el asunto. Los mensajes de Trump sólo acababan de empezar. En una segunda publicación preguntaba a sus seguidores si es aceptable legalmente que alguien pueda pinchar tus líneas y además exigía una nueva ley. Notablemente enfadado, seguía acusando a Obama en un tercer tweet de este hecho y aseguraba que un buen abogado podría ganar este caso.
Terrible! Just found out that Obama had my «wires tapped» in Trump Tower just before the victory. Nothing found. This is McCarthyism!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 4, 2017
Segundo mensaje en el que Trump exige una nueva ley
Is it legal for a sitting President to be «wire tapping» a race for president prior to an election? Turned down by court earlier. A NEW LOW!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 4, 2017
En su tercer mensaje, Trump asegura que con un buen abogado ganaría este caso
I’d bet a good lawyer could make a great case out of the fact that President Obama was tapping my phones in October, just prior to Election!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 4, 2017
En su último post, el presidente llama bajo y enfermo a Obama
How low has President Obama gone to tapp my phones during the very sacred election process. This is Nixon/Watergate. Bad (or sick) guy!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 4, 2017
Donald Trump confirma que este asalto a su privacidad tuvo lugar antes de los resultados de las elecciones. Sitúa los hechos en el mes de octubre pero no hace mención a nada más. Después de varios mensajes repetitivos y llenos de rabia cierra el episodio, sólo de momento, describiendo este acto de Obama como bajo y llamándole ‘enfermo’.
De momento no ha habido reacciones por parte del gabinete del ex presidente, ni tampoco manifestación alguna en su perfil de Twitter.