SANTO DOMINGO. La provincia Santo Domingo es un amplio territorio que bordea el Distrito Nacional y tiene 1.4 millones más de habitantes. Pero a pesar de la cercanía, registran una desigualdad que se refleja en la calidad de vida y el poder adquisitivo. Por ejemplo, el ingreso per cápita en la provincia es de RD$24,852 y en el Distrito es de RD$61,755.5.
A nivel del servicio de salud, la diferencia es igual de notoria. El Distrito Nacional, con una población cercana al millón, tiene 50.9 médicos y 31 camas por cada 10 mil habitantes, a diferencia de la provincia Santo Domingo, que sus residentes rondan los 2.4 millones, y apenas tiene 9.7 médicos y 6.9 camas, de acuerdo con los cálculos del Índice de Desarrollo Humano 2014.
El Índice, presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), también refleja las desigualdades; concede a la provincia Santo Domingo un desarrollo humano medio bajo y para el Distrito Nacional alto.
Entender primero
Para comprender la desigualdad, es importante ir al pasado.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en un documento titulado División Territorial 2015, recuerda que la conurbación del área metropolitana del Distrito Nacional y las zonas urbanas aledañas de los municipios de la provincia Santo Domingo, se conocen como El Gran Santo Domingo, que para el año 1988 eran consideradas un sólo núcleo urbano.
Mediante la Ley 163-01, la capital de la República Dominicana quedó dividida en dos: el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. La Constitución del país establece que la primera es la capital de la nación y asiento del gobierno nacional.
A pesar de la división, el Distrito Nacional sigue siendo un foco central de actividad económica, educativa y de esparcimiento.
Un estudio sobre el volumen del tránsito y de personas en puentes del Distrito Nacional, realizado por el Ayuntamiento de la capital, arrojó que desde los municipios Santo Domingo Este y Norte entraban el año pasado al Distrito 208,590 vehículos diarios, y se estimó que unos 484,520 pasajeros se convertían en población flotante.
Este flujo es parte del congestionamiento del tránsito capitalino, pues los vehículos se trasladan hacia un territorio de 91.58 kilómetros cuadrados, a diferencia de la provincia Santo Domingo que tiene 1,302.20 kilómetros cuadrados de extensión territorial.
¿Cómo surgió la desigualdad?
Diario Libre consultó al economista y especialista en desarrollo humano, Miguel Ceara Hatton, quien compartió su visión al respecto.
P. Cercanos, pero desiguales, ¿por qué?
R. Porque son territorios de reciente formación, que se han ido formando en la década de los 70, sobre todo lo que es la provincia Santo Domingo. Son personas que no tenían oportunidades en sus provincias, emigran a la zona metropolitana de Santo Domingo, y crean asentamientos irregulares. Se combina la falta de capacidad de los ayuntamientos y de planificación, la no comprensión del desarrollo espacial, la ausencia de una visión en el desarrollo nacional de lo que es el territorio, junto con un problema de pobreza.
P. ¿Por eso es que a pesar de ser cercanos el nivel de vida es diferente?
R. Claro, porque el núcleo central es lo que se llamaría el Distrito Nacional. Santo Domingo duró casi cinco siglos en unos pocos kilómetros cuadrados, era una ciudad básicamente intramuros. Es en el siglo pasado cuando empieza la explosión de la ciudad de Santo Domingo hacia afuera de esos muros, y ese crecimiento se ha dado de una manera absolutamente desordenada.
P. ¿A causa del crecimiento desordenado que indica es que muchos trabajan en el Distrito Nacional y hay caos en el tránsito?
R. Parte del desorden es el tema del manejo del transporte público. Tenemos uno de los instrumentos de transporte más ineficientes, el más ineficiente es el motoconcho.
P. ¿Qué se puede hacer para que ambos territorios sean menos desiguales?
R. El territorio hay que integrarlo como una variable fundamental del desarrollo. ¿Cómo se evalúa el éxito en la República Dominicana? Por el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), pero el Producto Interno Bruto aparece desterritorializado. El Banco Central dice que el PIB creció, y ya ese es el gran resultado, pero no dice nada de cómo vive la gente.