SANTO DOMINGO. Al entrar al Museo Casa Duarte, se perciben los cuadros cubiertos por polvorientas lonas azules en los rincones de la sala donde Juan Pablo Duarte diseñaba las estrategias para liberarnos del yugo haitiano. El piso roto de algunas de las habitaciones donde se exhibían los objetos más importantes utilizados en aquella época guía los pasos del visitante.
De igual forma, las paredes agrietadas por mandarriazos muestran el abandono y el deterioro de cuatro años y nueve meses que tienen paralizados los trabajos de remozamiento del Museo Casa Duarte, que debieron concluir en 2013, con motivo del bicentenario de nacimiento del prócer de la Independencia Nacional.
Cuatro columnas de varillas entabladas en tierra de caliche, algunas paredes de bloques sin empañetar y una carretilla de cargar arena se encuentran en la parte trasera del museo, como muestras de los trabajos que han quedado a medias.
Antes de que se reiniciaran los trabajos, cientos de personas recorrían el museo para observar las diferentes pinturas y dioramas que formaban parte de la exposición y que representaban las jornadas de patriotismo que forjaron la nacionalidad dominicana. Hoy, esas piezas no se pueden mostrar en su esplendor debido a la paralización de la obra, iniciada en octubre de 2012.
La primera fase de la reconstrucción fue inaugurada por el presidente Danilo Medina el 26 de enero de 2013 y el museo aún la espera de la terminación.
El presidente de la institución, José Joaquín Pérez Saviñón, dijo que la obra está detenida porque el Ayuntamiento del Distrito Nacional alega no contar con un permiso, sin embargo, para el bicentenario del natalicio de Duarte la casa fue concluida, pero la parte correspondiente al museo y a la biblioteca siguen inconclusas.
“Nosotros seguimos trabajando fuera, con charlas donde entregamos brochures y libros que resumen la verdadera historia. Esto lo hacemos para que las personas conozcan que este es el pueblo más heroico de América”.
Los trabajos fueron iniciados con una inversión de 50 millones de pesos y con el objetivo de remozar todo el lugar, situado en la calle Isabel La Católica de la Ciudad Colonial.
