Damaris Ruíz, candidata a Miss Venezuela en 1973, representando al estado Sucre, murió días atrás sin que nadie se haya ocupado de saber quién fue, quedando el cuerpo en la morgue sin ser reclamado.
La modelo con un título de abogada y una gran belleza, gozó de los privilegios de la época, siendo una de las mujeres más bellas del país. Aunque no todo duró para siempre, porque años después Damaris cayó en la indigencia, y siempre se la veía caminando por los alrededores de Parque Central, con el pelo largo y lleno de canas.
Un matrimonio violento fue su maldición. Un esposo golpeador la llevó a escapar. Encontró refugió en cierta espiritualidad y en las calles del barrio industrial de Bello Monte, en Caracas.
Aquella belleza sutil y medidas perfectas de repente era una mendiga. Durante 35 años durmió en bancos de plaza, comió de tachos de basura y sobrevivió de artesanías que ella misma hacía.
La encontraron muerta en la calle que era su hogar, a mediados de mayo. Murió de hambre y de indiferencia. Su cuerpo quedó en la morgue, olvidado, sin que nadie jamás lo reclamara.