Un juez de Boston declaró no culpable al exjugador de la NFL Aaron Hernández por el asesinato de dos hombres frente a un club nocturno de esa ciudad en 2012, tras una pelea que según la fiscalía comenzó cuando le derramaron un trago.
Esta decisión se da dos años después de que el exjugador de los New England Patriots fue hallado culpable y sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de Odin Lloyd, un jugador de fútbol semiprofesional que salía con la hermana de su prometida, en un parque industrial cerca de su casa en junio de 2013.
Tras seis días de deliberaciones, el jurado halló que Hernández era no culpable por el asesinato de Daniel de Abreu y Safiro Furtado. Solo lo encontraron culpable de un cargo: posesión ilegal de un arma de fuego. Por eso el magistrado lo sentenció a otros cuatro a cinco años de prisión, pena que es separada a la perpetua que ya está cumpliendo sin derecho a que le sea concedida la libertad condicional.
En el proceso judicial, la fiscalía argumentó que Hernández abrió fuego desde su auto porque sintió que fue irrespetado por los dos hombres que le derramaron el trago dentro del club. Sin embargo, su defensa dijo que fue Alexander Bradley, un amigo suyo que estaba con él esa noche, quien disparó el arma.
Hernández, de 27 años, también fue absuelto este viernes de haberle disparado en el rostro a Bradley meses después en un presunto intento por silenciarlo.