Muchas de las familias que viven a orillas de los ríos Ozama e Isabela todavía permanecen en sus humildes viviendas, porque ambos afluentes, según dijeron, todavía no representan peligro para tener que salir de sus hogares.
Ramón Morel, residente en La Ciénaga, aseguró que durante la madrugada de hoy hubo vientos fuertes y pocas precipitaciones de lluvias, pero que el río Ozama no creció.
“Hasta ahora todo está normal. Estamos aquí, esperando lo que va a pasar. Las autoridades no han venido y nosotros nos vamos a quedar aquí. Si el río sube, veremos lo que vamos a hacer”, expresó Morel.
Ramona Núñez, residente en Gualey, expresó que en la actualidad lo que más le preocupa es que las lluvias continúen y la cañada de ese sector crezca e inunde su casa como lo ha hecho en otras ocasiones.