Por eso quiso dejar clara su postura ante las recientes medidas anunciadas por el gobierno de Trumpsobre inmigración, la construcción de un muro en la frontera con México, el futuro de DACA y de Obamacare.
Empleo a refugiados
El empresario anunció un plan para contratar 10,000 refugiados en un plazo de cinco años en los 75 países donde tiene establecimientos para dar una oportunidad a «aquellos que huyen de guerras, persecuciones y la discriminación».
Este plan comenzará en Estados Unidos, donde Starbucks incorporará a su plantilla a aquellos que hayan trabajado para el Ejército estadounidense como intérpretes o en apoyo del personal desplegado en alguna de las misiones internacionales en las que participa EEUU.
Schultz habló también de «construir puentes y no muros con México», donde se expandió en 2002 y dijo, seguirá invirtiendo; y apoyó a los dreamers que están pendiente de la decisión que tome Trump sobre el futuro de la acción diferida DACA, que protege de la deportación a 700,000 jóvenes indocumentados que fueron traídos al país por sus padres siendo menores.
Alojamiento gratis
Por su parte, Brian Chesky, presidente de la empresa Airbnb también se solidarizó con los inmigrantes de los siete países (Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen) a los que Trump prohibió la entrada al país durante los próximos tres meses y ofreció alojamiento gratuito a las personas afectadas.
«Airbnb proporciona un alojamiento gratuito a los refugiados y a toda persona que no se le permita entrar a Estados Unidos», escribió en Twitter Chesky, que invitó a quien lo necesite que se ponga en contacto con él.
Además, la compañía busca replicar su programa de desastres naturales, que prevé que quienes ofrecen hospedaje habitualmente a través de la plataforma, ofrezcan voluntariamente sus viviendas para alojen a personas desplazadas.
«No permitir (entrar) refugiados en EEUU no está bien y debemos apoyar a aquellos afectados», señaló Chesky, quien consideró que «abrir las puetas nos une. Cerrar puertas nos divide más. Encontremos la forma de conectar a la gente, no de separarla».
Google crea un fondo de hasta cuatro millones de dólares para ayudas
Estos movimientos se producen a la vez que las grandes tecnológicas del país han criticado duramente el veto de Trump. Reconocidas compañías como Google, Apple, Microsoft, Twitter o Facebook se posicionaron a favor de la inmigración en el país.
Así, por ejemplo, el CEO de Apple, Tim Cook, envió un mensaje a sus empleados en el que recordó que la empresa que revolucionó el mundo de la tecnología «no existiría sin la inmigración». Por su parte, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, sostuvo el viernes que era necesaria una política amigable hacia los refugiados y los inmigrantes.
El gigante Google anunció un fondo de hasta cuatro millones de dólares para ayudar a organizaciones de defensa de los derechos civiles. El dinero estará puesto a disposición de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que fue quien puso la primera denuncia; el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes; el Comité Internacional de Rescate y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Netflix, el popular servicio de television, también decidió salir al frente del veto. Su CEO, Reed Hastings, afirmó que las «acciones de Trump… son tan antiamericanas que nos duelen a todos».
Lyft y Uber
Las dos compañías rivales en el ámbito del taxi privado también han anunciado acciones contra la polémica medida.
Uber fue duramente criticada cuando el sábado, ante el anuncio de una huelga de taxis en el aeropuerto JKF en solidaridad con los detenidos, la compañía continuó con las actividades. Poco después, Travis Kalanick, CEO de la empresa, publicó un mensaje en Facebook en el que prometía ayuda a los conductores y sus familias afectadas por la orden ejecutiva. Igualmente, anunció que va a pedir al gobierno que reinstale el derecho de los residentes a viajar y prometió un fondo de tres millones de dólares que se destinará a los servicios migratorios legales o de traducción de los conductores.
Lyft, rival de Uber, prometió donar un millón de dólares a ACLU en los próximos cuatro años. Los fundadores de la compañía, John Zimmer y Logan Green, escribieron una carta en la que justificaban la decisión como una medida para «defender nuestra Constitución». Igualmente, se ofrecieron a ayudar a sus conductores que se hayan podido ver afectados por el veto cuando estaban en el extranjero.
«Vetar la entrada a gente de una fe particular o credo, por su raza o identidad, por su sexualidad o etnia, no es ético ni para Lyft ni en función de los valores principales de nuestra nación», escribieron Zimmer y Green. «Vamos a estar en contra de estas acciones y no nos callaremos en los temas que amenacen los valores de nuestra comunidad».
Mientras, este lunes numerosas protestas seguían organizándose por los aeropuertos y ciudades de todo el país.
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