La sorpresa fue absoluta cuando operadores de la linea de ayuda 911 en el condado de Collier, Florida recibieron una extraña llamada la semana pasada.
El hombre al otro lado de la línea era Cesar Sanchez de 30 años, quien en repetidas ocasiones se había comunicado con la linea de atención con una solo petición: que lo deportaran de EEUU.
Sánchez realizó repetidas llamadas al 911 mientras conducía su bicicleta en Nápoles, Florida. El operador de emergencia indicó a NBC2 que el hombre, que dijo ser guatemalteco, solo quería que lo devolvieran a su país lo antes que fuera posible.
“Usted llamó al 911. ¿Tiene una emergencia?” el operador dijo en una de las llamadas.
“Estoy muy enfermo. No es una emergencia. Yo sólo quiero que me deporten”, respondió Sánchez en español.
El hombre fue detenido bajo el delito de mal uso de la línea de emergencia 911, dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Collier.
Desde el viernes Sánchez permanece en la cárcel con una fianza de $ 2.000 dólares, y hasta el momento no se sabe si va a ser entregado a las autoridades de inmigración.
Este caso se da en medio de la gran controversia que ha causado la deportación de miles de indocumentados bajo el gobierno de Trump. Irónicamente el miedo que esto ha logrado es la razón por la que indocumentados han dejado de reportar emergencias a este tipo de lineas de emergencia gratuitas en todo el país.
