Sara Beltrán Hernández, una inmigrante indocumentada que fue diagnosticada con un tumor cerebral mientras estaba bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fue sacada del hospital en el que se hallaba en Fort Worth, Texas, y llevada de vuelta a un centro de detención en donde se encontraba, y su familia está angustiada porque pueda morir. Así lo afirmó una representante de la familia ayer.
Melissa Zúñiga, asistente legal del bufete de Marcia Kasdan, a cargo de representarla, dijo que la mujer de 26 años y originaria de El Salvador, fue detenida después de intentar emigrar a la Gran Manzana sin los documentos pertinentes. Desde entonces fue trasladada al Centro de Detención Prairieland en Alvarado, Texas, esperando a que su caso se resuelva, ya que sus familiares han tratado de solicitar su asilo.
Según indicó el diario Daily News a principios de este mes, Beltrán Hernández, comenzó a sentir intensos dolores de cabeza, hemorragias nasales y pérdida de memoria. Hace unos días colapsó y posteriormente fue llevada a un hospital en donde los médicos le diagnosticaron un tumor cerebral y determinaron que necesitaba una cirugía.
A pesar de su delicada condición de salud, agentes de ICE llegaron a sacarla del hospital y, según relató la mujer a Zúñiga, le habrían atado “las manos y tobillos aún estando en la condición que se encontraba”, a la vez que agregó que la mujer aún “se queja de que tiene mucho dolor”.
Apenas este fin de semana, antes de ser removida del centro médico, la paciente estaba en la lista de espera para su cirugía. Sin embargo, cuando sus familiares llamaron el miércoles por la noche al hospital, se les informó que ya no habría cirugía.
“ICE estaba preparando sus papeles para regresarla al centro de detención”, comentó Zúñiga. A la vez que informó que se han comunicado con todo el mundo, incluidos la Casa Blanca, el alcalde de Nueva York Bill de Blasio y hasta con el expresidente Barak Obama, tratando de buscar una solución a la situación de la enferma.
Ahora el futuro de Beltrán Hernández, tanto migratorio como de su estado de salud, es incierto y se suma a la serie de casos migratorios que han llamado atención nacional luego de las nuevas políticas migratorias de Donald Trump.