Al menos 52 personas murieron por un atentado suicida durante una ceremonia religiosa en las montañas de Pakistán, de acuerdo con las autoridades locales.
El ataque dejó también un centenar de heridos.
Unas 500 personas se alistaban para realizar un ritual en el templo de Shaa Noorani cuando la bomba estalló, según informó Sarfaraz Bugui, ministro del Interior de la provincia de Balochistán.
El primer ministro Muhammad Nawaz Sharif condenó en un comunicado el ataque y ordenó a las autoridades federales y provinciales llevar a los responsables ante la justicia inmediatamente.
En septiembre, el ejército de Pakistán reconoció por primera vez que ISIS tenía presencia en el país. Al siguiente mes, el grupo atacó una academia de policía en la ciudad de Quetta, dejando 61 muertos y 117 heridos.
