Pese a haber dicho que estar embarazada fue “la peor experiencia” de su vida, Kim Kardashian no descarta agrandar la familia.
“Tras el parto de North lo normal hubiera sido que la placenta saliera sola, sin embargo, en mi caso no lo hizo. Mi placenta se quedó fijada en el útero, lo que se le llama placenta adherida”, expresó la socialité en el episodio de Keeping Up with the Kardashians (E!) que se transmitió el pasado domingo. “Mi médico tuvo que meter el brazo y separar la placenta con su mano, lo que raspó mi útero con las uñas. [Fue] una sensación muy desagradable y dolorosa”.
A pesar de las complicaciones que tuvo durante el embarazo, la esposa del rapero Kanye Westanhela tener otro bebé. “Con los problemas que tuve la última vez se incrementa el riesgo de volver a sufrirlo y no hay mucho que pueda hacer para evitarlo, así que mi ansiedad por quedar embarazada aumenta”, explicó. “Así que he llegado a la conclusión de que quiero explorar la opción de la subrogación gestacional”.