Las joyas robadas a la estrella estadounidense Kim Kardashian en París en octubre pasado no podrán ser encontradas, ya que el oro fue fundido y las piedras preciosas retalladas, según la confesión de uno de los detenidos.
Según las investigaciones de la policía de París, el botín valorado en US$10 millones, que incluía el anillo de compromiso de Kardashian, fue vendido en el mercado de joyas de Amberes, Bélgica.
Jean-Yves Lienard, el abogado de Aomar A., de 60 años, considerado por los investigadores como el coordinador del golpe, reveló a la emisora de televisión BFMTV que su cliente reconoció los hechos y que las joyas fueron fundidas y vendidas, pero que no tuvieron tiempo de repartirse el botín.