Les encanta la pasta al mediodía o la noche, siempre con un añadido de tomate, queso, pollo, beicon, jamón, chorizo, aceite de oliva, que hacen las delicias de los pequeños. La pasta tiene un 70% de hidratos de carbono complejos, unas pocas proteínas, apenas grasas, fibra y algunos minerales como hierro y zinc, y el cerebro gasta un 30% de la energía que utiliza el cuerpo pero es incapaz de almacenar estos carbohidratos como reserva energética y solo toma glucosa que llega lentamente a la sangre.
Por ello, son siempre recomendables para los niños, con el pan y arroz para mantener constante el nivel de glucosa en sangre yalimentar el cerebro y con ello el rendimiento intelectual ¿Por qué deben comerlos? Ayudan a combatir bajones energéticos y retrasan la sensación de hambre, activan los músculos y las fibras nerviosas del cerebro; ricas en fibra, sobre todo las integrales, ayudan al intestino; protegen de la diabetes no insulinodependiente un problema de los niños obesos; permiten un buen rendimiento físico y como ejemplo, los deportistas consumenpasta antes y después de cualquier evento deportivo por el alto rendimiento energético que producen.
¿Engordan? decía Grande Covían que “engorda todo menos el agua y lo que se queda en el plato”. Si se toma la pasta con una salsa cuatro quesos se van a disparar las calorías, pero con una chorretada de aceite de oliva y espolvoreando por encima orégano, pimienta o albahaca, la cosa cambia. No lo olvide, en la época escolar es fundamental que las madres tengan en cuenta los alimentos importantes para el cerebro y para el rendimiento de los niños y la pasta es muy importante para ello