La policía respondió a cuando menos 35 llamadas hechas al 911 desde la casa del autor de la masacre de una escuela en Parkland, Florida.
Así lo confirman reportes policiales revelando que a pesar de su comportamiento violento y errático, Nikolas Cruz, de 19 años, nunca había sido arrestado antes de su aprehensión de este miércoles cuando ingresó en la Marjory Stoneman Douglas High School para dar fin a 17 personas, incluyendo alumnos y maestros.
Las llamadas fueron realizadas de 2010 hasta noviembre de 2016 y también involucraban al hermano menor del gatillero, Zachary Cruz. Los jovencitos habían mostrado un comportamiento “errático”, “fuera de control”, “arrojaban objetos” e incluso habían huído de casa, según reveló el sitio Buzzfeed.com.
Un ejemplo es la llamada realizada al 911 por la madre adoptiva de los dos jovencitos, Lynda Cruz, el 22 de agosto de 2012. Por dicho medio la mujer alertaba que sus hijos -que en aquel entonces tenían 12 y 13 años- la “estaban amenazando”.
Los llamados continuaron por años y prácticamente hasta el fallecimiento de la mujer, ocurrido en noviembre a sus 68 años. En ellos se reportaban incidentes de diversa índole, incluyendo el que la anciana había sido atacada por Nikolas con una manguera o que sus hijos se estaban peleando violentamente.
En los reportes de la policía se especifica que tanto Nikolas como Zachary padecían problemas mentales, incluyendo trastorno de hiperactividad con déficit de atención (ADHD), que tomaban medicamentos para ello y que habían acudido a una escuela para niños con problemas de comportamiento.
Lynda Cruz, originaria de Long Island, falleció en noviembre por complicaciones de influenza y neumonía. a partir de entonces los hermanos fueron puestos al cuidado de amistades. Nikolas había sido expulsado de la escuela y trabajaba en un almacén de la cadena Dollar Tree.
Entretanto, se reveló que después de su atroz crimen, el jovencito se mezcló con los estudiantes que huían del plantel para dirigirse a un restaurante de la cadena Subway, donde compró una bebida. Posteriormente se trasladó a un McDonald’s y finalmente fue arrestado.
Cruz enfrenta ahora 17 cargos de homicidio premeditado.