En los inicios de su carrera, una jovencísima Lorde consiguió impresionar y ganarse el respeto del mismísimo Kanye West gracias al precoz talento que demostró en su álbum debut ‘Pure Heroine’. Desde entonces los dos habían mantenido una fructífera relación profesional que había sobrevivido incluso a la estrecha amistad que la cantante mantiene con Taylor Swift -la enemiga pública número uno del rapero-, pero esa cordialidad podría haber llegado ahora a su fin de la peor manera posible.
La joven de 22 años no ha dudado en recurrir este lunes a su cuenta de Instagram, que llevaba una larga temporada sin actualizar, para acusar a su antiguo mentor de plagiar uno de sus diseños de escenario en el concierto que ofreció el domingo junto al dúo Kids See Ghosts en el marco del festival Camp Flog Gnaw Carnival celebrado en Los Ángeles.
“Me siento muy orgullosa del trabajo que hago, y resulta halagador cuando otros artistas se sienten inspirados por él hasta el punto de decidir probar a hacer algo parecido. Pero nunca he robado -ni a mujeres ni a ninguna otra persona, ni siquiera en 2018 o en cualquier otro momento”, reza el mensaje publicado por la intérprete.
Lo cierto es que la caja rectangular de cristal dividida en distintas secciones que ‘flotaba’ sobre el escenario dominando la actuación de Kanye este fin de semana recordaba mucho a la que Lorde utilizó de cara a su gira ‘Melodrama World Tour’ a principios de este año y en su actuación de Coachella de 2017. Sin embargo, también cabe recordar que el polémico artista lleva utilizando escenarios ‘suspendidos’ desde 2016, cuando apostó por una plataforma que se inclinaba y sobrevolaba al público en su Saint Pablo Tour. Además, la encargada de diseñar este último decorado que no ha gustado nada a Lorde es una artista llamada Es Devlin con la que él lleva colaborando desde 2005 siempre en torno a un concepto muy similar.
