En Alaska se descubrieron 1.200 millones de barriles de petróleo, lo que representa el mayor descubrimiento en tierra en los Estados Unidos en tres décadas.
El hallazgo masivo de petróleo convencional en tierras estatales podría traer alivio a los dolores presupuestarios en Alaska provocados por la caída de la producción en el estado y la caída de los precios del petróleo.
El nuevo descubrimiento se realizó en los últimos días en el norte de Alaska Slope, que era visto como una cuenca de petróleo en envejecimiento.
Los recursos petroleros se encuentran en un pozo, llamado Horseshoe, que es propiedad del 75 por Armstrong con sede en Denver. Repsol posee el resto de este pozo.
El descubrimiento está a 32,1 kilómetros al sur de donde las dos compañías ya han encontrado petróleo en un proyecto conocido como Pikka. Ese proyecto del norte ya está en desarrollo inicial y es 51% propiedad de Armstrong, que es el operador en ambos desarrollos.
«Lo interesante de este descubrimiento es que el se pensaba que este pozo estaba en sus últimas, pero este es un hallazgo emergente significativo», dijo a CNNMoney el portavoz de Repsol, Kristian Rix.
Por supuesto, esta noticia no aliviará la preocupación creciente entre los inversionistas sobre el excesivo obstáculo del petróleo en los EE.UU. Hay cada vez más señales de que los productores de petróleo de esquisto se preparan para aumentar la producción después de sobrevivir a una guerra de precios de dos años con la OPEP.
Repsol ha estado explorando activamente en Alaska desde 2008 y tiene una presencia adicional en el Golfo de México. Las acciones de la compañía de petróleo y gas aumentaron casi un 3% este viernes en Madrid.
El hallazgo de North Slope se produce menos de seis meses después de que Caelus Energy y el gigante Apollo Global Management anunciaran un descubrimiento masivo de petróleo en Alaska en las aguas de Smith Bay.
Todo esto es una gran victoria para Alaska, que el año pasado tuvo que congelar la contratación y limitar los viajes de los empleados del estado debido a problemas en la industria petrolera. Alaska, que depende de los impuestos sobre el petróleo y el gas para la gran mayoría de sus ingresos estatales, ha sido impactada por la combinación de la reducción de la producción de sus campos maduros y el hecho de que los precios del petróleo se han reducido a la mitad en los últimos años.
Las cosas se han vuelto tan malas que el Sistema de Oleoducto Trans-Alaska apenas se está utilizando en estos días.
«Esta es también una gran noticia para el estado de Alaska», dijo el gobernador de Alaska Bill Walker en un comunicado. «Todos debemos unirnos para llenar un oleoducto que está tres cuartas partes vacío.»
