Esta es la historia de un tiburón muy apegado a una mujer. Al brazo de una mujer, para ser más precisos.
El animal mordió a la mujer y no quiso soltarla. Incluso siguió con las mandíbulas apretadas cuando lo sacaron del agua. Continuó prendido del brazo de la mujer cuando otro bañista salió al rescate y lo mató. Nada lograba soltarlo. Ni siquiera cuando a la mujer la pusieron en una camilla para llevarla al hospital.
La buena noticia es que la mujer de 23 años fue llevada al hospital donde los doctores pudieron retirar el tiburón y se encuentra a salvo. Era un tiburón nodriza, no un aterrador tiburón blanco.
La mala noticia es que el tiburón mordisqueó bastante de su antebrazo derecho.
Los tiburones nodriza son comunes en las aguas poco profundas de Florida y pueden crecer hasta medir más de cuatro metros de largo.
Así que la mujer tuvo suerte de que este midiera apenas 60 centímetros.
«Es un tiburón que ha estado en nuestro parque hace algún tiempo», le dijo el capitán Clint Tracy del Departamento de Bomberos y Rescate a WPEC, afiliada de CNN.
«Aunque sentimos lo que le pasó a la víctima, también nos entristece que el tiburón no estará más con nosotros».
