Óscar de la Renta, que falleció el pasado mes de octubre a los 82 años, prácticamente desheredó a su hijo Moisés de la Renta, para dejarle toda su fortuna a su segunda esposa.
En el testamento de seis páginas firmado semanas antes de su muerte, el modisto deja la mayor parte de su patrimonio a su segunda mujer, Annette, especificando además en una cláusula que Moisés perdería su exigua herencia si en algún momento intentara revocar la última voluntad de su famoso padre, informa el diario New York Post.
Moisés fue adoptado en 1983 tras la muerte de la primera esposa del modisto, y la relación de padre e hijo se deterioró después de que Moisés decidiera crear su propia marca de ropa en 2009 en contra de los deseos de su padre.