A través de sus redes sociales Osmel Sousa reaccionó ante el escándalo en Miss Venezuela.
“En tiempos de confusión e irresponsabilidad, permítanme ser franco, directo y responsable. Mis riquezas son en recuerdos, mis millones son en aplausos y mi mayor satisfacción es el éxito y proyección que el evento le dio a innumerables mujeres Venezolanas a quienes llevo por siempre en mi corazón y quienes son las únicas joyas que guardo en mis tesoros”, se lee en la primera parte del extenso comunicado que compartió el zar de la belleza el pasado jueves en su cuenta oficial de Instagram.
Sousa, de 71 años, ejercía la profesión de director del concurso Miss Venezuela desde 1981 y a su cargo se le atribuyen seis títulos de Miss Universo y un par de docenas de reinas de belleza a nivel internacional. El pasado 6 de febrero Sousa cerró un importante capítulo en su vida y le dijo adiós a la presidencia de la Organización Miss Venezuela.
“Durante todo ese tiempo siempre actué en beneficio de ellas. Fui amigo, asesor, compañero de viajes, soporte, profesor y confesor de todas ellas y juntos pasamos por mil batallas, celebramos triunfos y lloramos derrotas juntos. Por más de 40 años yo fui presidente del Miss Venezuela, no lo soy ahora simplemente por diferencias importantes con directivos de la empresa que estos últimos años se han dedicado a minar mi autoridad y a desplazarme profesionalmente hasta el punto de contradecir mis desiciones y desautorizarme abiertamente en mis labores y ante mi equipo de trabajo. Así, simplemente no tenía sentido seguir ejerciendo mi labor”.
Cabe recalcar que el pasado miércoles, Cisneros Media, la empresa organizadora de miss Venezuela, suspendió temporalmente el certamen tras presuntas acusaciones de corrupción y favores sexuales.
“En ningún momento yo he actuado en perjuicio de ninguna de las miles de candidatas que pasaron bajo mi mando en el Miss Venezuela. Mi trabajo y mi vocación fue siempre proteger a las candidatas por encima de todo hasta llegar al punto de la sobre protección”, explicó en el escrito. “Reconozco que alguna de ellas puede haber percibido alguna falla en mi trato hacia su persona y reconozco también que en ese hecho exista una falla de mi parte. Si ese fuera el caso, estoy ahora como lo he estado siempre en la mayor disposición de conversarlo, de escucharlas y de asumir mi responsabilidad en cualquier desliz o falla que pueda haber cometido inadvertidamente”.