Esta es una mala noticia, tu pareja ha sido diagnosticada con cáncer, sin embargo trabajar en equipo entre otras cosas que puedes hacer, lograrán que este proceso sea más fácil y llevadero.
Lo primero que deben hacer es pasar juntos el shock inicial, si tu pareja ha sido diagnosticada con cáncer, es normal y natural que ambos estén asustados, molestos, y que sientan muchísimas emociones.
Apóyense el uno en el otro, es necesario e importante que lo que des ahora mismo a tu pareja es amor. No tengas miedo de mostrar tus sentimientos en este momento. Te asustas porque le amas, tómate tu tiempo. Te llevará todo un día, un fin de semana o más tiempo el aceptar el diagnóstico.
Algo que no debes olvidar es escuchar a tu pareja. Puede que esto sea lo más importante; tú conoces a tu pareja mejor que nadie, y deben confiar el uno en el otro.
No olvides entender que ni tú ni tu pareja encuentran las palabras para hablar de esto. Se producirán momentos raros, pero a veces el silencio es lo mejor que se puede decir.
Cuando diagnostican un cáncer, tu relación de pareja y las relaciones sexuales pueden verse afectadas por los cambios físicos, los miedos y preocupaciones ante el futuro, la ruptura del ritmo familiar, etc.
La pareja puede ser un apoyo fundamental para ti, pero también puede ser una fuente de estrés, si no responde como tú esperabas.
Incluso para aquellas parejas que llevan mucho tiempo juntas, permanecer unidas puede ser al principio todo un reto. El tiempo, los recursos que ambos tengan para afrontar esta nueva situación y cómo los utilices les ayudarán a superar juntos esta nueva situación en su vida.
Puede ayudarte saber que muy pocas relaciones de verdadero compromiso terminan debido a las cicatrices o los cambios físicos. La frecuencia de separaciones y divorcio es casi la misma para personas con o sin historial de cáncer.
Tu puedes sentir tristeza, ira, miedo, confusión y desesperanza, es decir, todas aquellas emociones que tu pareja has podido sentir a lo largo del proceso de enfermedad.
Cuando los tratamientos acaban, puede que tu pareja esté deseando volver a la vida cotidiana mientras que tú no seas todavía capaz.
En otras ocasiones, la pareja se viene abajo en esto momentos por haber sobrellevado una gran presión durante la enfermedad y los tratamientos. Cada uno puede llevar un ritmo diferente de adaptación.
Poco a poco, a medida que pasa el tiempo, los ritmos de pareja también se irán recuperando. Es importante que sean capaces de mantener una comunicación adecuada, de manera que la enfermedad no se convierta en un tabú, que puedan ir resolviendo juntos los problemas que surjan y se apoyen mutuamente.
Si cuidan la forma en la que se están comunicando, los silencios, las actividades que comparten, las necesidades de cada uno, la forma en que estén resolviendo los problemas o compartiendo tristezas y alegrías… quizás encontren la forma de seguir sintiéndoos cerca el uno del otro sin que la enfermedad afecte a la relación.
Por otro lado…
Trata de salir y relacionarte de nuevo, si es que por la enfermedad dejaste de hacerlo. Esto será parte de tu proceso de recuperación. Así podrás encontrar una vida social satisfactoria.
Trata de mejorar tu vida social, acude a ver a tus amigos y familiares. Hazte socio de un club. Apúntate a un centro cultural para recibir clases de aquellas cosas que te gusten (yoga, taller de literatura, teatro, manualidades,…).
Existen muchas opciones para salir y encontrar nuevos apoyos y gente con la que puedes relacionarte.
Ten siempre presentes tus puntos positivos. Recuerda tus cualidades, no sólo la experiencia vivida. Piensa en todo lo que puedes aportar aunque estés padeciendo de esta condición.