El gobierno de Bolivia declaró este martes que la culpa del accidente de avión en que perecieron 71 personas el pasado 28 de noviembre fue culpa de la aerolínea boliviana Lamia y del piloto, Miguel Quiroga.
“Lo que ha acontecido con este trágico evento es responsabilidad directa de la empresa Lamia y el piloto”, dijo en una rueda de prensa el ministro de Obras Públicas y Servicios, Milton Claros, al presentar los resultados de una investigación gubernamental.
La investigación también arrojó información sobre funcionarios públicos que serán sancionados por incumplimiento de funciones. Tal es el caso de Celia Castedo, funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea de Bolivia, quien autorizó el vuelo a pesar de que no estaba en condiciones óptimas.
Castedo tuvo “una responsabilidad directa porque un vuelo no puede ser autorizado para volar si tiene una observación”, agregó el ministro.
El gerente de la aerolínea, Gustavo Vargas Gamboa, y su hijo, Gustavo Vargas Villegas, fueron detenidos por las autoridades bolivianas y están esperando un juicio.
En conferencia de prensa, el director boliviano de Transporte Aéreo, Andy Robacado, dijo que Lamia incurrió en tráfico de influencias.
En el accidente murieron casi todos los jugadores del equipo de fútbol y solo sobrevivieron 6 personas.
