El presidente Donald Trump está haciendo olas por una serie de comentarios externados en la Casa Blanca donde calificó a ciertos inmigrantes indocumentados de “animales” y atacó nuevamente a México por lo que calificó como falta de cooperación para controlar el flujo migratorio.
Reunido a puerta cerrada con representantes del estado de California para discutir las leyes sobre las llamadas “ciudades santuario”, el mandatario de 71 años se lanzó a la ofensiva. “Tenemos a gente que está entrando al país o tratando de entrar, estamos parando a muchos de ellos”, aseguró sin entrar en detalles.
Luego aprovechó para pedir a los responsables de temas migratorios de su administración para que hicieran un trabajo “mucho mejor” para repeler a los indeseables, particularmente a los integrantes de las pandillas de la Mara Salvatrucha o MS-13.
“Ustedes no podrían creer lo mala que es esta gente”, continuó exasperado el multimillonario nacido en Nueva York. “Esta no es gente, son animales y los estamos sacando del país a un ritmo sin precedentes”.
Trump aprovechó para lanzar una amenaza contra Libby Schaff, la alcaldesa de Oakland, también en California, sugiriendo que lo deberían de acusar de obstrucción de la justicia porque en febrero impidió una redada masiva y arrestos al alertar a los residentes.
México no quedó fuera de la ira del mandatario quien aseguró que el país “no hace nada” para contener el flujo de inmigrantes. “México habla pero no hacen nada por nosotros, especialmente en la frontera. Ciertamente no nos ayuda mucho en comercio, pero especialmente en la frontera, ellos no hacen nada por nostros”. Las palabras llegan en un momento en que se espera que comiencen charlas trilaterales entre Canadá, Estados Unidos y México para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN).
Jerry Brown, gobernador de California, emitió una pronta y tajante respuesta por medio de un comunicado. “Trump está mintiendo en [temas de] inmigración. está mintiendo sobre crimen y miente sobre las leyes de California. Volar [a Washington] a una docena de políticos republicanos para que lo admiren y alaben sus políticas no cambia nada. Nosotros, los ciudadanos de la quinta economía más grande del mundo, no estamos impresionados”.