El escándalo que armó en Río de Janeiro con su denuncia de un robo que resultó falso ya le está costando caro al nadador estadounidense Ryan Lochte.
La compañía de bañadores Speedo anunció este lunes que ha dado por terminado su contrato de patrocinio con el medallista. «Como parte de esta decisión», reza un comunicado emitido por la compañía, «Speedo USA donará $50,000, que es una porción de la cantidad [que recibiría] Lochte a [la organización] Save the Children, una organización caritativa global asociada con la compañía matriz de Speedo USA, a beneficio a los niños de Brasil».
Speedo indicó que no puede «condonar un comportamiento que va en contra de los valores que han respaldado a esta marca por tanto tiempo», al tiempo que insta al deportista a aprender «de esta experiencia».
La firma que viste en la piscina a los nadadores fue solo la primera de las cuatro compañías que en pocas horas cortó sus lazos con el nadador. A Speedo la siguió Ralph Lauren, la firma de cuidado de la piel Syneron-Candela y el fabricante de colchones japonés Airweave, indicó la agencia Associated Press.
Lochte se convirtió en protagonista de uno de los escándalos de los recién concluidos Juegos cuando denunció que junto a tres compañeros había sido víctima de un robo a mano armada el pasado 14 de agosto cuando regresaban en un taxi a la Villa Olímpica tras una noche de fiesta.
Sin embargo, la investigación de las autoridades locales destapó que el supuesto asalto había sido en realidad un altercado en una gasolinera en el que un Lochte ebrio destrozó un baño y se peleó con un guardia de seguridad.