En los meses que había estado en prisión antes de morir, el ex jugador de la NFL Aaron Hernández había cometido casi una docena de delitos disciplinarios que incluyeron tres peleas con otros presos, hacerse tatuajes sin el permiso previo, uso de tabaco sin autorización y la posesión de una navaja afilada.
Según reportó CNN, estas infracciones comenzaron casi al mes de que Hernández fue sentenciado a cadena perpetua. El 17 de mayo del 2015, un oficial del Centro Correccional Souza-Baranowski, en Massachusetts, visitó su celda para buscar marcas en su cuerpo y moretones. Sin embargo, Hernández habría bloqueado la puerta dificultando la entrada del guardia. Cuando finalmente pudo hacerlo, vio que los nudillos de sus manos y un codo estaban rojizos, por lo que lo esposó y lo escoltó para que lo viera el personal médico. Hernández quien aparentemente había tenido una pelea en su celda estaba “agitado e insolente”, reportó el oficial.
El ex jugador de los New England Patriots acostumbraba a cubrir la vista de su celda desde adentro y cuando el guardia de turno que pasaba frente a ella la vio tapada el 19 de abril, le pidió a Hernández la descubriera. Cuando no le hizo caso, el oficial lo hizo pero esta vez no hubo necesidad de disciplinarlo: Hernández se habría suicidado dentro de su celda, colgándose de una sábana.
El informe indica que las rejillas de la celda estaban cubiertas de cartón y en el piso había tirado shampoo, lo que hacía difícil llegar a su cuerpo —el cual tenía vómito saliendo de su boca y nariz—mientras que en su dedo medio derecho tenía un corte “fresco” con sangre. También había sangre en sus otros dedos. Además, había una gran marca circular de sangre en cada uno de sus pies y el texto bíblico de “Juan 3:16” estaba escrito en su frente en tinta.
En la pared habían varios dibujos, pero no se ha especificado de qué. Así mismo en una mesa se encontró la Biblia abierta en ese mismo texto de la Biblia, y tres notas escritas a mano.
No se encontraron otros signos de trauma en su cuerpo, tampoco había signos de lucha; el video de vigilancia muestra que nadie entró o salió de su celda desde las 8:00 p.m. hasta que fue descubierto. Las autoridades carcelarias dicen la muerte de Hernández fue un suicidio. Por su lado, los abogados del difunto atleta manifestaron su descontento porque esta información se haya hecho pública pues indican que podría obstaculizar la investigación de lo que ellos creen pudo haber sido un homicidio.