Pablo Vásquez, un hombre de Texas que mató a un niño de 12 años en 1998 y, según un reporte, bebió su sangre durante un llamado satánico, fue ejecutado el miércoles, anunció el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Vásquez había sido encontrado culpable de la muerte de David Cárdenas, de 12 años, en Donna, Texas, hace 12 años.
Las autoridades dijeron que Vásquez y uno de sus primos conocieron a David en una fiesta. La noche del 18 de abril de 1998, «Vásquez golpeó a la víctima en la cabeza con el trozo de un tubo y una pala», dijo el Departamento de Justicia Criminal. «El cuerpo de la víctima fue enterrado detrás de una residencia. Vásquez tomó un anillo y un collar de la víctima».
Cuando el cuerpo de la víctima fue encontrado, «le faltaba uno de sus brazos y parte del otro, no tenía piel en su espalda y tenía un agujero en la parte posterior de su cabeza», según documentos judiciales.
Vásquez «admitió que golpeó a Cárdenas en la cabeza con un tubo y que cortó su garganta», según la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos. «También sostuvo que él y un cómplice arrastraron el cuerpo de cárdenas hasta un campo para enterrarlo».
Vásquez dijo a la policía en una entrevista grabada en video que él bebió la sangre del niño, de acuerdo con The Monitor, un diario del sur de Texas.
«La sangre estaba goteando, y cubrió toda mi cara, entonces no sé. O sea, algo solo me dijo que la bebiera», dijo Vásquez, de acuerdo con una transcripción de la declaración.
Vásquez dijo que intentó decapitar al niño, de acuerdo con The Monitor. Un detective le preguntó el motivo.
«El diablo me estaba diciendo que se la quitara, que la conservara, la conservara, pero no se desprendió», dijo Vásquez. «Me estaba volviendo loco porque estaba escuchando eso»
Vásquez fue el sexto preso ejecutado en lo que va del año en Texas.