Estamos más que acostumbrados a utilizar el bicarbonato de sodio como remedio para la salud. Favorece las digestiones, es bueno para los riñones y nos ayuda a alcalinizar el organismo.
Ahora bien, ¿sabías que es una forma muy acertada de cuidar del equilibrio de nuestra piel? Puede hacer auténticas maravillas de una forma tan sencilla y económica que ya no podrás prescindir de él.
Si tienes espinillas o aún no has podido eliminar ese molesto acné del rostro, no te preocupes, este sencillo remedio a base de bicarbonato de sodio te va a resultar muy útil. ¿Te animas a probarlo?
Beneficios del bicarbonato de sodio para la piel
Indicarte, en primer lugar, que el uso de este truco de belleza no tiene por qué excluir otro tipo de productos que usas de modo habitual. No está de más probarlo una o dos veces por semana, sin abandonar esas cremas que usas diariamente para tratar espinillas y pequeños granitos.
Ahora bien, como el saber no ocupa lugar, estamos seguros de que te encantará conocer todo lo que el bicarbonato de sodio puede hacer por tu piel.
Equilibra el pH de tu piel
Como ya sabes, una forma muy adecuada de alcalinizar nuestro organismo es tomar un vaso de agua con una cucharada de bicarbonato de sodio y un poco de zumo de limón. De esa forma el pH se equilibra.
Con nuestra piel ocurre lo mismo, y todo ello se debe a que el bicarbonato de sodio es anfotérico. ¿Qué quiere decir esto? Que es un tipo de ácido muy elemental que consigue neutralizar cualquier desequilibrio en el pH de nuestro rostro.
El acné es una de esas alteraciones más comunes, dado ese exceso de grasa y toxinas.
El bicarbonato de sodio es un buen exfoliante
Este remedio te será muy útil llevarlo a cabo o bien por las mañanas cuando nos levantemos o por las noches antes de acostarnos. Actuará como un gran exfoliante capaz de eliminar todas esas células muertas que se quedan en la piel, y que tienden a aportarnos esa apariencia cansada.
Un pequeño masaje y el cutis quedará tonificado, libre de impurezas y favoreceremos la circulación.
Actúa como un antiinflamatorio para la piel
La piel también produce un tipo de grasa que nos deja brillos y que, a su vez, favorece la formación de puntos negros y espinillas.
Ese exceso de aceites y espinillas termina inflamando la piel, aparecen rojeces y esos granitos encarnados que tanto molestan y que tardan en desaparecer. El bicarbonato de sodio tiene leves propiedades antiinflamatorias y antisépticas, lo cual nos va a ayudar a tratar estos problemas tan comunes.
Combate el acné más rebelde
Uno de los acnés más problemáticos es aquel que termina con una gran inflamación, llenándose de pus. El riesgo que solemos tener con este tipo de acné es que, al final, puede acabar dejándonos algún tipo de marca en el rostro.
Es algo que nos incomoda y que altera la belleza de nuestra piel.
Algo tan sencillo como combinar el bicarbonato de sodio con unas gotitas de limón favorecerá la pronta curación de esa alteración en la piel, haciendo que el granito en sí se seque de forma rápida sin dejarnos marca o señal. Después, no tienes más que aplicarte una crema hidratante.
Vale la pena probarlo.
Cómo hacer mi tratamiento con bicarbonato de sodio para tratar el acné
Advertencias previas
Es importante tener en cuenta que no es adecuado usar el bicarbonato para la piel de forma frecuente. Puede acabar resecándola.
Si tu piel es más bien sensible, incluye en la mezcla 3 gramos de aloe vera.
Lo mejor para tratar el acné y beneficiarnos de la eficacia del bicarbonato de sodio es aplicar este remedio justo donde tengamos los granitos. Si hacemos una mascarilla la piel quedará reseca, así que lo ideal es hacer la mezcla para esos puntos en concreto.
No realizaremos este tratamiento más de dos veces por semana.
Ingredientes
1 cucharadita de bicarbonato de sodio (5 g)
1 cucharada de agua (10 ml)
1 cucharadita de zumo de limón (5 ml)
Preparación
Como ves, las cantidades son muy pequeñas. No vamos a hacernos una mascarilla, sino un tratamiento puntual para un área localizada donde tengamos las espinillas o el acné.Normalmente suele ser en esa zona de la frente, la nariz o la barbilla.
Lo que haremos en primer lugar será buscar un cuenco limpio donde mezclar todos los ingredientes. Añade el bicarbonato, el agua y el zumo de limón.
Debe quedar una especie de pasta, no demasiado líquida para poder colocarla de forma compacta en el área que queremos tratar.
Aplicaremos esta pasta con ayuda de un disco de algodón y haremos un pequeño masaje circular para que la piel lo absorba. Permite que actúe unos 5 minutos y, pasado ese tiempo, retira con agua tibia.
Después, aplícate tu crema hidratante de siempre. Verás qué buen resultado te ofrece.