Desde que se dio a conocer aquella controversial foto de Ivanka Trump sentada en el sillón del Despacho Oval en febrero pasado, ya se especulaba que el papel de la hija mayor del Presidente de Estados Unidos Donald Trump, sería mayor de lo que se había anunciado. Pues bien, ella misma dio a conocer ayer que será una empleada del gobierno de Estados Unidos.
A través de un comunicado de prensa, la esposa del asesor presidencial Jared Kushner, dijo: “Escuché las preocupaciones que algunos tienen sobre mi asesoría al presidente en mi capacidad personal, aunque cumpliendo voluntariamente todas las normas éticas, por eso voy a servir como empleada no remunerada en las oficinas de la Casa Blanca, y estaré sujeta a las mismas reglas que cualquier otro empleado federal”.
Como era de esperar, las críticas no se han demorado, y hay quienes cuestionan cómo es possible que Ivanka Trump, de 35 años, sea asistente del presidente, mientras su esposo, de 36 años, tiene el título de consejero principal.
The New York Times reportó que en enero pasado, cuando se plantearon preguntas similares en ese entonces sobre si el nombramiento del Kushner violaba las leyes federales contra el nepotismo, el Departamento de Justicia escribió un memorando indicando que las reglas no se aplicaban a la Casa Blanca.
Por su parte Ivanka Trump dijo que a través de todo este proceso ha estado trabajando con sus asesores legales y los de la Casa Banca para abordar la “naturaleza sin precedentes” de su nuevo papel como miembro de la familia del Presidente.