Bobbi Kristina Brown, la hija de Whitney Houston, falleció a causa de la falta de oxígeno que le causó estar sumergida en agua luego de consumir una larga lista de drogas, reveló un informa forense divulgado este viernes.
Brown, que hoy hubiera cumplido 23 años, fue encontrada inconsciente en la bañera de su hogar en Atlanta en enero de 2015 y murió el julio siguiente sin haber salido del estado de coma.
Según el forense, la joven consumió alcohol y un coctel de drogas que incluía marihuana, sedativos, morfina y otras sustancias “relacionadas con la cocaína”. No se puede determinar «las circunstancias» de cómo entró a la bañera y, por tanto, si la muerte fue intencional o un accidente.
El informe agrega que su cuerpo mostraba signos de «lesiones agudas» como hendiduras en el cráneo y moretones en brazos y muslos, junto a una docena de «heridas bien cicatrizadas en la cabeza y el cuello, el torso y las extremidades», según People
Además, con un peso de tan solo 95 libras, el forense considera que Brown estaba «malnutrida».
Bobby Brown, el padre de la jove, pidió en un comunicado enviado a People orar por su familia. «Krissi siempre vivirá en mi corazón y mi alma».
El cantanta alega en una demanda que su hija falleció tras un violento altercado con su novio, Nick Gordon, quien se crió con ella en casa de Houston como si fuera su hermano.