El aparato reproductor femenino está integrado por los ovarios, las trompas de Falopio, el cérvix, la vagina y la vulva. Como lo sugiere su nombre, su principal función es la reproducción. Por este motivo, las enfermedades que afectan a este aparato pueden derivar en la infertilidad y deben ser tratados cuanto antes.
Enfermedad pélvica inflamatoria
En general, la Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) afecta a mujeres de entre 15 y 25 años. Consiste en la inflamación de los órganos reproductores y suele ser desencadenada por una infección de transmisión sexual, como la gonorrea o la infección clamidiana. Los principales síntomas de esta condición son: dolor en la pelvis, fiebre, alargamiento de la menstruación, dolor durante el coito y cansancio.
Endometriosis
La Endometriosis es una enfermedad muy frecuente en las mujeres de entre 30 y 45 años. Como lo sugiere su nombre, esta dolencia afecta al endometrio -tejido que recubre al útero- y hace que este se extienda a otros órganos de la cavidad pélvica, como los ovarios o el intestino. El problema surge cuando el endometrio que se ha expandido fuera del útero reacciona ante las hormonas del ciclo menstrual y comienza a sangrar. El principal síntoma de la endometriosis es un agudo dolor abdominal.
Quistes ováricos
Los Quistes ováricos consisten en la concentración de fluidos en pequeñas bolsas en los ovarios. En general, estas bolsitas no suelen ser cancerígenas, pero en algunos casos pueden llegar a serlo. Hay diversos tipos de quistes y pueden llegar a crecer hasta los 6 cm. Los principales síntomas son: malestar abdominal, dolor durante el coito y cambios en el ciclo menstrual.
Cáncer de ovarios
Esta enfermedad afecta principalmente a las mujeres de entre 50 y 70 años. Es uno de los tipos de cáncer más frecuentes y puede desarrollarse tanto en un ovario como en los dos. Año a año, se lleva la vida de muchas mujeres pues no suele presentar síntomas antes de que la enfermedad haya avanzado considerablemente. Estos son: dolor en el abdomen bajo, inflamación abdominal causada por la retención de líquidos, necesidad continua de orinar y sangrados.
fuente Imujer