Muchas mujeres no le dan importancia a su uso, ya sea por desconocimiento o porque creen que la compresión que ejerce puede ser perjudicial. Sin embargo, no es así, entérate de los beneficios de usar faja durante y después del embarazo, a continuación.
El uso de la faja durante el embarazo
Puede que al principio te resulte incomodo, pero a medida que el tiempo pasa, tu barriga crece y si día tras día haces uso de la faja, te sentirás más cómoda con ella. Cuando no la utilices será como si algo te faltara.
El uso de la faja es una forma de ayudar a tu cuerpo a adaptarse a los cambios que éste sufre y a que los órganos internos se mantengan en su sitio. Puedo explicártelo así, porque he pasado por la experiencia en mis 3 embarazos, y si bien en un comienzo me sentía una mujer mayor usando faja, sobre todo luego del tercer mes cuando mi barriga empezó a desarrollarse, pronto el llevarla comenzó a ser una seguridad; usar faja hace que tu abdomen esté sujeto y protegido.
Hay fajas maternales de diferentes tipos, modelos y texturas, algunas son más ligeras y otras ejercen algo de presión y quedan realmente ajustadas cuando las colocas. A mi entender, éstas últimas son las más efectivas porque proporcionan varios beneficios, por ejemplo:
-Evitan el dolor en las articulaciones
-previenen de dolores en la zona baja de la espalda y las caderas
-Aumentan el flujo sanguíneo
-Reducen la inflamación
-Los tejidos y músculos se estiran y tienden a colgar, pero así quedan sujetos gracias a la faja.
-En el caso de que te hayan practicado una cesárea, el uso de la faja es muy recomendable para ayudar a que los tejidos vuelvan rápidamente a su lugar.
-La faja abdominal, puede utilizarse día y noche mientras duermes, algunas vienen en forma de cinturón.
Faja abdominal después del parto
Tiene la virtud de acelerar la recuperación de los tejidos y músculos que han cedido durante el desarrollo del embarazo; si la utilizas contribuirás a que el cuerpo vuelva a su estado natural más rápido.
El abdomen prominente que suele quedarnos luego de dar a luz también vuelve antes de lo previsto a su lugar si usamos una faja de compresión, más allá de que el parto haya sido normal o por cesárea.
Cuando te practican una cesárea, el uso de la faja abdominal ayuda a que los tejidos se cicatricen antes, no solo a la cicatriz externa que es la que podemos ver, sino también a la interna.
Si has tenido a tu niño por cesárea y luego usas una faja abdominal, podrás darte cuenta que cada vez que te la quitas, los tejidos pareen caer y la zona se siente muy frágil. Por eso, es bueno utilizarla, mientras la llevas puesta puedes estar más derecha y los puntos no tiran tanto.