Desde que Caitlyn Jenner publicara hace tan solo unas semanas su autobiografía, titulada “Los Secretos de Mi Vida”, su exmujer Kris Jenner y ella han mantenido un más que público enfrentamiento plagado de reproches cruzados y acusaciones de manipular lo realmente sucedido durante su matrimonio de dos décadas.
Harta de escuchar a la matriarca del clan Kardashian lamentarse en el reality familiar de la imagen supuestamente poco halagadora que estaría pintando de ella en sus múltiples entrevistas y apariciones televisivas, Caitlyn la ha invitado ahora a escribir sus propias memorias para presentar su versión de los hechos.
esde que Caitlyn Jenner publicara hace tan solo unas semanas su autobiografía, titulada “Los Secretos de Mi Vida”, su exmujer Kris Jenner y ella han mantenido un más que público enfrentamiento plagado de reproches cruzados y acusaciones de manipular lo realmente sucedido durante su matrimonio de dos décadas.
Harta de escuchar a la matriarca del clan Kardashian lamentarse en el reality familiar de la imagen supuestamente poco halagadora que estaría pintando de ella en sus múltiples entrevistas y apariciones televisivas, Caitlyn la ha invitado ahora a escribir sus propias memorias para presentar su versión de los hechos
A pesar de que su decisión de plasmar sus vivencias sobre el papel le ha costado su relación con el clan Kardashian –Caitlyn reconoce que no habla desde hace meses con Kim Kardashian, su hijastra y principal apoyo en los meses posteriores a su cambio de sexo-, en términos generales no podría sentirse más satisfecha ante su decisión de sincerarse por completo sobre su fascinante historia de vida, ya que le ha permitido quitarse un peso de encima que la impedía ser plenamente feliz.
“Esperé tanto por una buena razón, porque tenía mucho por vivir. Tuve muchas distracciones en mi vida, en las que aprovechaba para ocultar mis sentimientos. Una buena distracción fue ganar las Olimpiadas. Pero, de repente, a la edad de 26 años, gané los Juegos Olímpicos y me retiré de la noche a la mañana. Recuerdo levantarme a la mañana siguiente, mirarme en el espejo con mi medalla de oro, desnudo, y pensar: ‘Dios mío, ¿qué hago ahora?’. Me centré en mi trabajo y en mi familia. Me encantaba ser padre, me encantaba llevarlos en coche, darles consejos, estoy muy orgullosa de ellos y de todo lo que han conseguido. Pero todo era una distracción de lo que realmente sentía. Los años 80 fueron de lejos los años más duros de mi vida”, ha confesado a la misma publicación quien hasta hace dos años se hacía conocer como Bruce Jenner.