El caso de James Jackson acusado de la muerte del desamparado negro Timothy Caughman dio un nuevo giro, luego de que las autoridades impusieran cargos de asesinato, terrorismo, crimen de odio y posesión ilegal de armas contra Jackson este lunes.
El acusado confesó al Departamento de Policía (NYPD) que viajó a la Gran Manzana desde Baltimore, Maryland, para matar a negros. Según la Uniformada, Jackson tenía conexiones con un grupo racista de su ciudad, aunque no especificó cuál. En sus declaraciones a la Uniformada, el supremacista blanco afirmó que escogió Manhattan para cometer el asesinato por alcance mediático que podía tener su acción.
“James Jackson recorrió las calles de Nueva York durante tres días en busca de una persona negra para asesinar con el fin de realizar una campaña de terror contra nuestra comunidad de Manhattan y los valores que celebramos”, argumentó el fiscal de distrito Cyrus Vance ante la corte, según informó el canal ABC7.
“La semana pasada, con total conciencia, llevó a cabo su plan, seleccionando aleatoriamente a un querido neoyorquino, únicamente a base de su color de piel, y lo apuñaló repetidamente y públicamente en una esquina de Midtown”.
Esta es la primera vez que la fiscalía de Manhattan levanta cargos contra un individuo por matar a otra persona como acto de terrorismo desde que el estatuto de asesinato fue revisado y modificado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011 en NYC.
“Simplemente no puedo creer que esto haya ocurrido de esta manera”, aseguró Carl Nimmons, un amigo de la víctima a los medios. “¿Él tenía que salir así? Tú sabes, alguien que simplemente odia a los negros. Es increíble”.
