Ninel Conde sufrió durante su presentación en Guaymas, Sonora. La artista causó el enojo de parte del público por su vestuario tan recatado, y a que reaccionó agresivamente y le propinó una serie de abucheos, huevazos rellenos de confeti y espuma.
La jornada quedó registrada como una de las más exitosas, pero al mismo tiempo de las más accidentadas en la historia de la localidad.
Los hechos se dieron la tarde del lunes en Guaymas, lugar al que Conde arribó con retraso debido a que realizó una escala en Hermosillo, capital del estado, desde donde se trasladó vía terrestre, tras someterse a una sesión de maquillaje que, según los testigos, fue “casi improvisada”.
Al filo de las 17:30 horas, Conde subió a un carro alegórico que la llevaría a recorrer las calles principales de Guaymas, mientras miles de personas aguardaban impacientes en sus lugares. La gran y poco grata sorpresa de la tarde se dio cuando ‘El bombón asesino’ apareció en el vehículo enfundada en un vestido que la hacía lucir excesivamente tapada en comparación a las prendas que acostumbran usar las féminas contratadas para convertirse en el atractivo visual de este tipo de festejos.
La también actriz incumplió con las expectativas de los presentes y los abucheos no se hicieron esperar, aunque Conde prefirió hacer caso omiso a las ofensas y se concentró en escuchar los halagos y silbidos de los caballeros.
Sin embargo, minutos después Ninel revisó su teléfono móvil en más de una ocasión, situación que para los presentes resultó una ofensa, por lo que los abucheos se intensificaron y lo peor: de pronto, sin que ella lo esperara, su silueta fue el centro perfecto de huevos rellenos de confeti, por lo que su pecho y rostro fueron impactados por los artículos de fiesta.
De hecho, uno de los huevazos, propiciado por un niño, fue realizado con tanta fuerza que al impactarse contra la cara de la intérprete logró tirar los lentes oscuros que llevaba consigo.
Tan sólo unos metros más adelante, la también actriz de ‘El Tenorio cómico’ fue el blanco de una nueva agresión, pero ahora por parte de una señora que se acercó al carro alegórico y, de manera sorpresiva, sacó una lata de espuma y la arrojó directamente a la silueta de la estrella.