La cantante, quien no suele expresarse mucho públicamente, esta vez lo hizo y de forma bien extensa, al publicar el miércoles por la noche en su página de internet una carta de 2.200 palabras para sus fans.
En la misma, Aguilera reflexiona sobre el arte, el amor, los problemas y otras cosas, dando a conocer sus propias ideas sobre el éxito en un negocio en el que el estilo domina por sobre el contenido.
«A veces puedo pasar tiempo sin decir mucho, pero cuando sí tengo algo que decir, es porque realmente lo siento palabra por palabra», escribió la cantante y coach del programa The Voice, de 32 años. «Decidí compartir mis pensamientos con ustedes en forma extensa y decirles abiertamente cómo me siento».
¿Y como se siente Christina? Agradecida, empática, inspirada y llena de paz.
«Gracias por llenar mi alma con melodía y canción… letras y amor… y por darme un lugar seguro en donde me siento apoyada por ser lo suficientemente valiente para desnudar mi alma, y hacerlo desde un lugar honesto y genuino», escribe.
Sobre el tema de la industria musical, Aguilera dice que se ha aferrado a sus instintos más puros en una industria que, en su mayoría, se mide por premios y por cuánto habla la gente de algo.
«La fama y el dinero nunca han sido la única fuerza motivadora para conseguir lo que tengo», apunta. «He descubierto por mí misma que el tener éxito, por sí solo, no va a llenarte. Mirando hacia atrás, recuerdo algunos momentos importantes de mi carrera que han sido maravillosos y una gran experiencia, pero al final del día no fueron los momentos más felices de mi vida».
Y agrega: «Estoy disfrutando mi vida ahora mucho más que antes».
Aguilera también insta a sus fans a ser valientes: «Tengan la suficiente falta de miedo como para ser un tema de conversación… Hablen su propia verdad», escribe, y finaliza con palabras de incentivo para aquellos fans que puedan estar atravesando momentos difíciles con su propia autoestima o con su dirección artística, prometiendo creer en ellos como ellos creyeron en ella.
«Como siempre, gracias por aceptarme como soy: humana, con mis fallas y todo. Todos estamos hechos de hermosas imperfecciones»
