Entre las cirugías estéticas está la abdominoplastia, una cirugía muy popular que se utiliza en aquellas personas que tienen grasa localizada en la zona abdominal, la piel flácida debido a que han perdido mucho peso, o las mujeres que con el embarazo han visto debilitados sus músculos abdominales. Este procedimiento también puede mejorar la apariencia de las estrías, especialmente las que están debajo del ombligo.
La abdominoplastia: una breve guía
Aquellas personas que tengan flacidez abdominal, un abdomen abultado, exceso de tejido graso en el abdomen o músculos debilitados son buenos candidatos para esta cirugía.
Existen diversas técnicas para realizar la abdominoplastia, aunque en general se lleva a cabo una incisión horizontal por encima de la zona púbica, intentando que no se vea en un futuro con la ropa interior que se utiliza.
También se hace otra incisión alrededor del ombligo, sobre todo si tenemos grasa o flacidez en esta zona. Se retira el exceso de piel, pero la posición del ombligo se mantiene intacta. Se busca eliminar toda aquella piel que tenga estrías, y si queda alguna, es aplanada y mejorada, aunque no existe un cambio drástico en ella. El procedimiento puede incluir también la tensión de los músculos abdominales con puntos de sutura.
A veces no se realiza la incisión en el ombligo, por lo que se trata de una mini abdominoplastia. Esto sucede cuando la grasa está concentrada en la zona baja del abdomen. Por otra parte, la abdominoplastia endoscópica se puede hacer en personas con un bajo nivel de grasas.
En general, la abdominoplastia se realiza con una anestesia general, aunque en ocasiones también se hace mediante anestesia loca y sedación. En ocasiones se ponen tubos de drenaje y también vendajes que son cambiados en una semana.
Luego de la abdominoplastia conseguiremos un abdomen más plano y firme durante muchos años, aunque el envejecimiento y la gravedad pueden afectar los resultados.
Recomendaciones antes de una abdominoplastia
Si somos fumadoras, se nos prohibirá fumar durante mucho tiempo antes. Tampoco se pueden utilizar Aspirinas ni otros antiinflamatorios porque pueden aumentar el sangrado.
Como la cirugía es ambulatoria en muchas ocasiones, debemos tener en cuenta que alguien nos debe trasladar hasta nuestra casa luego de dada el alta.
No debemos hacernos una abdominoplastia si aún tenemos pensado perder más peso o si queremos tener hijos, ya que esto puede afectar a los resultados.
Postoperatorio de la abdominoplastia
El día después de la cirugía puede dar paseos cortos para una mejor circulación de la sangre. Puede que no nos podamos parar completamente derechos, pero tampoco es conveniente que pasemos mucho tiempo sentados, ni tampoco agacharnos o hacer grandes esfuerzos. Todo esto puede aumentar la hinchazón o el sangrado.
En ocasiones se le puede pedir que utilice prendas de compresión tras la cirugía. Los moretones y la inflamación irán desapareciendo con las semanas, y sentiremos entumecimiento en algunas zonas durante varios meses.
Riesgos de la abdominoplastia
Cada vez son menos las complicaciones existentes directamente relacionadas con la abdominoplastia, lo cierto es que pueden haber algunas relacionadas con antecedentes del paciente en particular. Entre ellas se incluyen las infecciones, hemorragias y problemas con las anestesias; así como también la pérdida de tejido que retrasa la curación y prolonga el tiempo que necesitamos en recuperación. Esto es común en pacientes fumadores o con diabetes.
En ocasiones se puede llegar a acumular líquido debajo de la piel. Esto se debe retirar con un procedimiento poco doloroso pero que lleva tiempo.