Las Fuerzas Armadas de Colombia recibirán este año 70 vehículos blindados y cuatro buques y modernizarán toda la flotilla de helicópteros Arpía para dar más seguridad a la población, a la infraestructura económica y proteger la soberanía del país, informó hoy el Ministerio de Defensa.
El ministro colombiano de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, señaló a periodistas que «la seguridad y protección de todos los ciudadanos demanda unas Fuerzas Armadas fuertes, capaces y con los recursos necesarios para cumplir con esa misión».
Agregó que para cumplir ese cometido, el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, seguirá «fortaleciendo» las Fuerzas Militares y de Policía».
Detalló que este año llegarán al país unos 70 vehículos blindados del tipo 4×4 y 8×8 con los que se «aumentarán las capacidades» del Ejército para vigilar las carreteras y «la infraestructura económica de la nación».
Pinzón señaló que a la Armada se integrarán cuatro buques, entre ellos tres patrulleras de costa y un buque de desembarco anfibio, así como otros tres aerodeslizadores que operan en ríos de bajo calado, similares a unos entregados el viernes por Santos.
Según el funcionario, las adquisiciones para la Armada «le darán más proyección y protección a nuestros pescadores, a los derechos históricos y al mismo tiempo protección a la soberanía, como define la Constitución».
Añadió que toda la flotilla de los helicópteros Arpía de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) será modernizada «con nuevos sistemas y más tecnología, que harán de éstas aeronaves unas de las unidades con mayor precisión del continente».
Pinzón dijo que en este año se continuará reforzando el pie de fuerza institucional iniciado en diciembre de 2013, con 15.000 nuevos uniformados que serán enviados a las diferentes ciudades del país.
El presidente Santos entregó el viernes en Cartagena (norte) equipos aéreos y fluviales a la Armada, que los utilizará para combatir a los grupos ilegales en distintos sitios del país.
Los nuevos equipos, varios de los cuales fueron fabricados en el Reino Unido y Canadá, servirán para reforzar las operaciones de la Armada en sus áreas de jurisdicción y tienen como fin «incrementar las capacidades de respuesta para la ejecución de misiones ofensivas contra los grupos al margen de la ley».
(fuente el diario libre)
