¿A qué llamamos metabolismo? La raíz de esta palabra es griega –metabolé– y significa cambio, transformación. Podríamos definir el metabolismo como el cambio de sustancias y transformaciones de energía que tiene lugar en los seres vivos. Las fases del metabolismo en los seres humanos comprenden tres importantes fases: Absorción, transformación y excreción.
Cada persona tiene un metabolismo diferente, que viene determinado por factores fijos como nuestra genética, nuestra edad o la zona del planeta en que vivimos y factores que varían con el tiempo: actividad física, horas de sueño, hábitos alimenticios o estado emocional.
Cómo activar tu metabolismo
A pesar de que cada persona tiene un metabolismo diferente, más o menos establecido, sí que podemos realizar una serie de cambios en nuestros hábitos para lograr activar nuestro metabolismo e instalarnos en un ritmo de vida saludable.
Por ejemplo, gracias a este cambio de hábitos podemos llegar a quemar unas 500 calorías diarias. Toma nota:
- Activa y potencia tu musculatura: Tus músculos son los encargados de quemar las grasas, así que asegúrate de llevar a cabo ejercicio para mantenerlos en formas y después de este entrenamiento procura comer de un modo equilibrado proteínas, carbohidratos y grasas.
- Procura alternar ejercicio aeróbico con estiramientos musculares. Si combinas salir a correr, andar en bicicleta o nadar con las pesas, lograrás tonificar tus músculos combatiendo la grasa que los recubre.
- Antes de realizar cualquier tipo de ejercicio siempre realiza estiramientos musculares.
- Potencia las zonas de tu cuerpo que ya están tonificadas, las partes de tu cuerpo de las que más orgullosa te sientes. Así conseguirás disimular las partes que menos te gustan.
- No te saltes ninguna comida. Lo ideal es ingerir unas 1.800 calorías diarias siempre que te mantengas activa. Si comes poco, lo único que conseguirás es que tu metabolismo se ralentice y que tu cuerpo retenga la grasa.
- Seis comidas al día. Para evitar los picos de azúcar en sangre lo recomendable es comer pequeñas cantidades cada poco tiempo, unas seis comidas al día. Así no tendrás tentaciones de picar entre horas.
- Come sano: Consume alimentos nutritivos y trata en lo posible de limitar la ingesta de carbohidratos refinados (alimentos azucarados o con harina blanca como base).
- Bebe agua y té verde. Si te mantienes hidratada te sentirás con más energía. Si te enganchas al té verde, estás en el buen camino ya que, además de sera ntioxidante, es un gran acelerador del metabolismo.
- Duerme una media de ocho horas diarias y trata de irte a la cama a la misma hora.
- Toma café por las mañanas: Además de despertarte, una taza de café hará que se aceleren tus pulsaciones cardíacas y mantendrá tu metabolismo activo horas después de haberla tomado.
- Ríe todo lo que puedas y ¡no te estreses!. Trata de mantener tus niveles de estrés a raya: organiza bien tu tiempo, céntrate en el presente y no te preocupes por cosas que no tiene solución.
Fuente Imujer