Tatuar el cuerpo representa una de las prácticas más frecuentes de la actualidad: un tatuaje simboliza una batalla, encierra un significado y representa una marca para toda la vida.
Pero… ¿tatuar los ojos? ¿No crees que hemos llegado un poco lejos?
Ver para creer…
La moda de tatuar los ojos surgió en Estados Unidos a finales del siglo XIX con el principal fin de ocultar cicatrices de córnea o condiciones oculares como nubéculas o leucomas.
En los últimos años, la demanda por estos tatuajes ha crecido y no precisamente a causa de la proliferación de estas condiciones médicas. ¡Ahora es una cuestión de estética!
Los países en los que esta práctica es más frecuente, además de Estados Unidos, son Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina.
Para que tengas una idea, el costo de este procedimiento puede rondar los 4.000 dólares si se realiza en Estados Unidos.
¿Cómo es que se puede tatuar el ojo?
El procedimiento requiere de extremo cuidado, pues es una zona muy sensible que puede dañarse de forma irreversible.
Por lo general, las personas eligen teñir todo su globo ocular de un color, es decir, toda la «parte blanca». Para ello, se «pincha» la capa ocular del ojo con una jeringa y se inyecta el color sobre este.
Pero también hay quienes prefieren un pequeño diseño, algo un poco más complicado al momento de la precisión. En este caso, se utiliza una aguja para crear el diseño deseado.
Es un método muy peligroso. Se corre riesgo de sufrir infecciones oculares, hemorragias y muchas enfermedades oculares que pueden llegar a quitarte la vista.