Generalmente se acostumbra a realizar la perforación de las orejitas de nuestras pequeñas para colocarles los primeros aritos casi ni bien nacen. Incluso en las nurserys de los sanatorios, la realizan con los aritos abridores. Sin embargo, es importante manejar cierta información antes de tomar esa decisión.
Consideraciones generales antes de perforar la oreja de tu niña
Según la doctora Wendy Sue Swanson, que se desempeña como pediatra en el Hospital de niños de Seattle, es conveniente que los padres aguarden por lo menos seis meses antes de decidir perforar la oreja de una pequeña. Esto básicamente se debe a que los bebés los primeros meses aún se encuentran desarrollando su sistema inmunológico, y al perforar la oreja, estamos abriendo una puerta a futuras y posibles infecciones. Por otro lado, también es bueno esperar a que las niñas puedan tomar esta decisión, por lo que la especialista recomienda esperar hasta los diez años.
Cuando tomes la decisión, seguramente habrás consultado con el pediatra de tu pequeña acerca de cómo y donde realizar la perforación. Pero podemos adelantarte que la mayoría de los médicos recomiendan colocar de 30 a 60 minutos antes una crema de anestesia tópica con derivados de lidocaína que puede ayudar a anestesiar los lóbulos de la oreja. Otros especialistas también recomiendan aplicar hielo 15 a 30 minutos antes de la perforación para ayudar a insensibilizar los receptores del dolor.
Por otra parte, debes saber que algunos metales pueden ocasionar reacciones alérgicas, por eso si está dentro de tus posibilidades, adquiere aros realizados en acero inoxidable quirúrgico, ya que no contiene níquel, o oro 14 kilates, platino o titanio.
La elección del profesional que realizará la perforación del lóbulo de la oreja no es un tema menor. Trata de que tu pediatra o algún conocido de tu confianza te recomiende dónde y con quién hacerlo. Cuando llegue el momento, presta atención a las medidas de seguridad que utiliza ese profesional, como si utiliza gel antibacterial para higienizar las manos; si se coloca guantes nuevos descartables; si higieniza los lóbulos de las orejas de tu pequeña con alcohol previamente, etc.
Una vez perforadas las orejas, deberás prestar atención especial a algunas cuestiones de higiene, como limpiar la parte delantera y la parte posterior de los pendientes dos veces al día usando una bolita de algodón sumergida en alcohol. Permite que el agujero perforado mantenga su forma, girando suavemente los pendientes y deslizándolos hacia adelante y hacia atrás varias veces.
Si notas que las zonas de las orejas que han sido perforadas presentan enrojecimiento, hinchazón, dolor o picazón, deberás consultar inmediatamente con el pediatra de tu niña, para que el profesional pueda determinar si se trata de una infección o de una alergia, y de esta manera indicar el tratamiento adecuado.