Muchas parejas que inician la emocionante búsqueda de un embarazo, al ver que el tiempo pasa y no lo consiguen comienzan a preocuparse y a formularse numerosas preguntas acerca del posible motivo. Pero hay una pregunta en especial que es muy recurrente en estos casos y que tiene que ver con el tiempo que se estima se puede demorar quedar embarazada.
Las posibilidades de embarazarse
A nivel biológico una mujer tiene todos los meses la posibilidad de quedar embarazada, siempre y cuando el óvulo que ha sido liberado de sus ovarios sea fecundado. Una vez que se produce la fecundación, los ovarios dejan momentáneamente de liberar óvulos pues el cuerpo entiende que se está gestando un bebé.
¿En qué momento es liberado el óvulo de los ovarios, y por tanto, existe una mayor posibilidad de quedar embarazada? Alrededor del día 14 del ciclo menstrual de la mujer. Si una mujer tiene relaciones sexuales sin protección bastante antes o después, las posibilidades de quedar embarazada disminuyen.
Una mujer que busca quedar embarazada puede someterse a diferentes métodos clínicos para conocer las características de su ciclo menstrual y tener una fecha más exacta de cuándo se producirá la liberación del óvulo. Al respecto, el profesor y experto en fertilidad William Ledger aconseja a las mujeres que buscan quedar embarazadas que «tengan una vida sexual feliz», sin estar pendientes de las fechas, y recomienda mantener relaciones sexuales cada dos o tres días a la semana.
¿Ahora bien, qué ocurre si pasan las semanas y los meses intentando quedar embarazada pero sin obtener resultados?
¿Cuánto tiempo hay que intentar?
Las mujeres menores de 35 años pueden tardar hasta un año en quedar embarazadas desde el momento en que comienzan a tener relaciones sexuales sin protección y en forma continua. Este promedio ocurre en 9 de cada 10 parejas que lo intentan.
Si al cabo de un año no hay embarazo, lo aconsejable es acudir al médico para someterse a pruebas y exámenes que determinen si hay algún inconveniente. Puede que una medicación ayude regular ciertos valores en el organismo de la mujer y gracias a ello se produzca la esperada concepción, no hay que pensar sólo en la infertilidad como posible causa.
Hay varios aspectos que pueden influir en la no concepción de un embarazo, por ejemplo:
Haber padecido una enfermedad inflamatoria pélvica.
Edad, mala alimentación, hábitos poco saludables, estrés.
Exceso de peso.
Sufrir de una enfermedad crónica.
Haber sufrido un aborto o embarazo ectópico.
Es importante destacar que miles de parejas en el mundo han quedado embarazadas en el transcurso del segundo año de búsqueda, por lo tanto, no hay que desanimarse.
Si antes de decidir buscar un embarazo ambos se han realizado exámenes rutinarios para conocer su estado de salud y carecen de antecedentes de enfermedades que pudieran impedir un embarazo, lo ideal es no obsesionarse y continuar intentándolo.
Fuente: Imujer