Durante todo el año especialmente a lo largo del verano, los médicos insisten en que protejamos nuestra piel de los rayos solares, y es que es en ésta y en los tejidos que la forman donde más tumores se pueden formar. Afortunadamente, la mayoría de ellos son de naturaleza benigna, pero existen también otros de características malignas que representan una amenaza para la salud. Conozcámoslos en detalle:
Benignos
Son muy frecuentes y pueden tener su origen en los diferentes tejidos y estructuras de la piel. Tienen una evolución crónica y no afectan a la salud, provocando solamente alteraciones funcionales o estéticas. Los tumores sebáceos o lipomas, los vasculares o angiomas, los pigmentarios o nevus, los granulomas, queratomas y queloides son todos ellos benignos.
Su origen suele ser congénito, aunque se manifiesten y aparezcan a lo largo de la vida. Solo en escasas ocasiones, con el tiempo, pueden evolucionar hacia la malignidad, por lo que el diagnóstico precoz y el control de su evolución suelen ser necesarios.
Cuando por su localización generan alteraciones funcionales o deterioro estético llamativo se benefician del tratamiento a base de cirugía convencional, electrocoagulación o rayo láser.
Malignos
Los tumores de la piel que no son buenos abarcan una serie de enfermedades neoplásticas que tienen diagnóstico, evolución y, sobre todo, pronóstico muy diferentes.
Son las formas más frecuentes de cáncer en la población de piel blanca y existen tres tipos de principales:
• Epitelioma basocelular.
• Epitelioma de células escamosas. (epidermoide).
• Melanoma maligno.
• Factores de riesgo
• Edad. Mayores de 50.
• Herencia, antecedentes familiares.
• Piel blanca, ojos claros.
• Exposición prolongada y crónica a las radiaciones solares son protección.
Epitelioma basocelular
De los tumores malignos que aparecen en la piel es el más frecuente; representa un 75% de todos ellos y afecta a la capa inferior de la epidermis. Tiene un crecimiento muy lento y poco agresivo. Suele aparecer en cara, hombros y espalda y tiene el aspecto de un pequeño abultamiento de superficie o en forma de cicatriz.
El tratamiento se realiza a base de cirugía menor convencional, criocirugía o cirugía por láser, siendo importante y trascendente extirpar una porción de tejido sano circundante.
Epitelioma de células escamosas o epidermoide
Es menos frecuente que el basocelular y supone el 20% de todos los tumores malignos. Crece también lentamente y hace relieve sobre la piel con superficie aspera y manchas rojizas y azuladas.
Suele aparecer en zonas de alta exposición solar: nariz, frente, orejas, labio inferior y dorso de las manos, y puede acabar ulcerándose.
El tratamiento es similar al del epitelioma basocelular, con cirugía convencional, criocirugía o cirugía láser.
Melanoma maligno
Es el tumo de la piel menos frecuente, pero al mismo tiempo es el más grave. Representa el 4% de todos los tumores malignos que se diagnostican. Puede aparecer de forma espontánea o a partir de una lesión cutánea previa.
Está formado por los melanocitos, que son las células de la piel que contienen el pigmento melanina. Se localiza principalmente en el tronco, en la espalda y en las extremidades inferiores, siendo la herencia y la exposición solar los factores que favorecen normalmente su aparición.
El pronóstico está determinado por el momento del diagnóstico y el tratamiento precoz con cirugía, siendo el tamaño, la profundidad del tumor y la extensión a estructuras vecinas los datos que pueden modificar el pronóstico.
Metastatiza a distancia con bastante frecuencia, por lo que, en muchos casos, es obligada la biopsia ganglionar y el tratamiento con quimioterapia.
Autoexamen de la piel
Vigilar las lesiones cutáneas de forma periódica es una práctica recomendable prevenir estas patologías. Descubrir nuevas manchas, lunares o protuberancias, observar cambios en las ya existentes o analizar los bordes y el sangrado pueden ser signos de alarma para acudir al especialista.
Regla ABDC para sospechar de una lesión cutánea
Asimetría. Lesión asimétrica.
Bordes. Bordes irregulares y quebrados.
Color. Variable e irregular, rojo, azul y negro.
Diámetro. Más de 7 milimetros de anchura.
Fuente Tuestetica