Hay una frase que suena fuerte, pero nadie puede dudar de su veracidad y es “la leche de vaca es para los terneros”; en base a ella, te contamos unos cuantos motivos que quizá creas suficientes como para no volver a consumir lácteos.
Podrías dejar de consumir lácteos si supieras que…
No existe otra especie en el mundo que continúe bebiendo leche luego del destete, somos la única que lo hace y lo peor de todo es que la que bebemos ¡ni siquiera pertenece a los humanos! ¿Crees que es una actitud natural?
La alimentación de las vacas es deficiente; en consecuencia, el producto que deriva de ellas también lo es. Los lácteos que se producen con leche de vaca podrían no ser del todo seguros; si la vaca tiene una enfermedad infecciosa, los consumidores pueden estar expuestos a su transmisión.
Otra causa para abandonar el consumo de lácteos puedes encontrarla en el caso de que padezcas de reflujo gástrico. Estos alimentos producen ácido, el responsable del malestar, y además ocasionan quemaduras en el corazón, por ello los lácteos están contraindicados para las personas que sufren de IBS.
El mito del calcio: las vacas obtienen este mineral de fuentes vegetales. Hay numerosos alimentos que contienen mucho más calcio que la leche y que son de origen vegetal, bastaría con consumirlos con más frecuencia o de modo más abundante para conseguir este nutriente.
Razones de peso para dejar de tomar lácteos
La leche y sus derivados, entre otros alimentos, activan las células cancerígenas que se encuentran latentes en todas las personas; haciendo que el riesgo de padecer esta enfermedad se incremente.
Los famosos desequilibrios hormonales que sufrimos, sobre todo las mujeres, podrían estar más que relacionados con el consumo de lácteos, debido a que las vacas reciben inyecciones de hormonas. De igual modo, aunque todavía no está del todo confirmado, también aumenta las posibilidades de padecer artritis.
El proceso de pasteurización que recibe la leche se realiza con el objetivo de eliminar microbios y bacterias que esta pudiera contener; sin embargo, el mismo proceso se encarga de acabar con sus nutrientes y proteínas.
Muchas personas que padecen problemas respiratorios han abandonado el hábito de consumir lácteos y leche de vaca, obteniendo gran alivio en su afección, por lo que se cree que el hábito de consumir leche podría estar directamente relacionado con el problema de salud.
Fuente: Imujer