La congestión de las mucosas puede producirse por causas bien diversas entre sí. De hecho, aunque la más común es la gripe y el resfriado –que pueden ser provocados por virus o cambios bruscos de temperatura–, también podemos tener congestión por alergias provocadas por alimentos o por el polen; por la contaminación; o por haber aspirado algún tipo de sustancias tóxicas para nuestro organismo.
Tratar la congestión de forma natural
El mejor remedio para tratar de forma eficaz la congestión de las mucosas es agua de mar. Pero si no tienes cerca una playa de la que poder sacarla, puedes mezclar en casa 1 cucharada de sal junto con una taza de agua tibia. Luego, utilízala para lavar toda la zona afectada. Notarás la diferencia en cuestión de minutos.
Si la congestión es nasal y es muy aguda, puedes verter la mezcla anterior en una jeringa y utilizarla para introducirla en la nariz. Luego de ello debes sonarte, y en principio deberías conseguir deshacerte de buena parte de los mocos que te impiden una correcta respiración.
Remedios que funcionan siempre para casi todo
El agua caliente es siempre apropiada para tratar este tipo de dolencias. Así que si tienes tiempo, un baño relajante con agua caliente puede ser el aliado perfecto para deshacerte de la congestión. Sino, una ducha en agua caliente asegurándote que el baño está a una buena temperatura, incluso usando un radiador, es una buena idea más rápida y para la que necesitas menos tiempo.
No poder respirar bien hace que no llegue suficiente aire a nuestros pulmones y por lo tanto, que nos cansemos más de la cuenta. De hecho, cuando tenemos las mucosas congestionadas, solemos estar un poco menos activos de lo habitual. Si es posible, lo más recomendable es descansar, para poder retomar fuerzas y ponerse bien del todo cuanto antes. Si combinas esto con lo que te hemos comentado anteriormente, tendrás en tus manos al mejor descongestionante natural.
Fuente Imujer