El arándano, el arbusto procede de Oriente Próximo y sur de Europa, crece espontáneamente y los últimos años cultivado sobre todo en Norteamérica. La baya es muy perfumada y frágil. Aporta muy pocos azúcares (3 g. de glucosa y fructosa), apenas proteínas y grasas, muchas fibras (7 g.), sobre todo solubles, rico en potasio (300 mg.) y minerales como hierro, calcio, fósforo y magnesio.
Contiene betacarotenos (30 mcg.), bastante vitamina C (20 mg.) y grupo B con ácido fólico, y también muchos taninos y antocianidinas responsables de su bella coloración, flavonoides, ácido clorogénico y málico y cítrico. Aportan solo 20 calorías.
Prevenir y curar con arándanos: La presencia en cantidades aceptables de dos vitaminas antioxidantes (A y C), ( el Departamento de Agricultura norteamericano ha determinado que es fruto con mayor capacidad antioxidante, eficaz contra el riesgo cardiaco y el cáncer), minerales y buenas fibras le permiten figurar en el lugar de las frutas-salud, laxante, diurético, estimula la vesícula biliar favoreciendo la digestión, protege los capilares y vasos sanguíneos, disminuye el colesterol, fortalece el sistema inmunitario, actúa como antiinflamatorio y antiséptico.
Posee una sustancia llamada glucoquinina, conocida también como insulina vegetal, con capacidad para disminuir el nivel de glucosa en sangre. Al contener antocianidina, ácidos fenólicos y sustancias antioxidantes mejoran la circulación y el estado de los vasos sanguíneos sobre todo en los ojos. Durante la Segunda Guerra Mundial los aviadores británicos observaron que tenían excelente visión nocturna que se atribuyó a que consumían mermelada de arándanos, y se sugirió que serían las antocianinas las que mejoraban la agudeza visual.
Mejoran el colesterol HDL bueno y su consumo durante una temporada puede disminuir los ataques cerebrovasculares (ictus). Cosas. Pueden mantenerse en el frigorífico unas 3 semanas y es mejor tomarlos a temperatura ambiente. Su empleo en conservas se debe a su riqueza en pectina que favorece la formación de geles. Como otras bayas el arándano puede ocasionar reacciones alérgicas en personas sensibles.